En dos horas con 40 minutos, el pleno del Senado de la República aprobó en lo general y lo particular con 76 votos a favor, 36 contra y 1 abstención, las reformas a la Ley General de Salud que prohíbe la adquisición, producción, fabricación, importación, exportación, venta y suministro de los cigarrillos electrónicos y vapeadores.
El dictamen fue turnado a la titular del Ejecutivo federal para su publicación en el Diario Oficial de la Federación.
Alrededor de seis senadores propusieron reservas, pero fueron rechazadas por los legisladores de la mayoría.
El dictamen establece de manera explícita que ni el consumo, ni la posesión para uso personal constituirán una infracción. Se prevén sanciones de uno a ocho años de prisión y multas de hasta dos mil veces el valor diario de la UMA (alrededor de 226 mil 280 pesos) a quienes desacaten el ordenamiento.
Las sanciones aplicarán únicamente para quienes, con fines de comercio o lucro, busquen adquirir, distribuir, transportar o almacenar vapeadores y cigarrillos electrónicos.
“Solamente aquellos que producen, comercializan y obtienen lucro indebido de ellos son los que van a ser sancionados”, señala el documento aprobado.
Alertan riesgos a la salud por vapeo
El presidente de la Comisión de Salud, José Manuel Cruz Castellanos, señaló que datos recientes muestran que el vapeo sigue siendo el producto de nicotina más usado entre jóvenes: por lo menos 1.63 millones de estudiantes se reportaron en 2024 como un brote masivo de este consumismo.
“En México, los instrumentos de vigilancia identifican uso entre adolescentes y adultos. Estos números representan miles de jóvenes en riesgo de dependencia por nicotina y de daño por desarrollo cerebral; los atractivos sabores, la publicidad y la facilidad de acceso han convertido a los vapeadores en una puerta de entrada a la dependencia”, explicó.
Destacó que por esas razones se propone prohibir la venta y distribución de vapeadores; “paralelamente, proponemos reforzar la fiscalización contra el comercio ilícito, implementar campañas de prevención dirigida a jóvenes y ofrecer programas de cesación basados en la evidencia para adultos fumadores”.
En tanto, el senador de Morena y presidente de la Comisión de Estudios Legislativos Primera, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, señaló que la evidencia muestra un incremento acelerado del consumo de vapeadores entre adolescentes, pese a que contienen nicotina y otras sustancias tóxicas que dañan pulmones y sistema cardiovascular.
“El Estado no invade la vida privada, cumple su obligación de prevenir riesgos y no ser omiso ante un mercado que actúa deliberadamente sobre población vulnerable”, añadió.
Oposición critica iniciativa; «es una caja negra», acusan
La senadora del PRI, Carolina Viggiano, acusó a la mayoría de Morena de impulsar cambios “confusos”, sin evidencia técnica ni análisis de impacto regulatorio, lo que convierte a la iniciativa en “una caja negra”.
Aseveró que la reforma incentiva el mercado ilegal y recordó que la prohibición no ha impedido la venta de cigarrillos a menores.
“Deberíamos, en lugar de prohibir, regular y asumirnos como Estado que debe regular y castigar las conductas ilícitas”, señaló.
La senadora del PAN, Gina Campuzano, calificó la iniciativa como “el acto de magia más cínico” y afirmó que, mientras la mayoría oficialista presume una “cruzada histórica por la salud”, en realidad impulsa “una cortina de humo legislativa para tapar un México en llamas”.
Campuzano acusó que la prohibición de vapeadores favorecerá al crimen organizado, ya que empujará estos productos a un mercado negro sin control sanitario:
“Ustedes con esta ley están firmando un cheque en blanco para que el crimen envenene a nuestra juventud y lejos de proteger la salud la van a agravar, porque la gente seguirá buscando estos productos, pero ahora en el sótano del narcomenudeo, sin saber qué se están metiendo al cuerpo”, afirmó.
El senador de Movimiento Ciudadano, Luis Donaldo Colosio, anunció que su bancada no acompañaría el dictamen al considerar que contiene un elemento “central e irreparable”: la ruta prohibicionista en materia de cigarrillos electrónicos y vapeadores.
Acusó al gobierno federal de renunciar a regular y a vigilar este mercado, optando por “la salida fácil” de la prohibición absoluta.
“Estamos empujando a niñas, niños y adolescentes al mercado negro donde nadie está presentando ni pidiendo identificaciones para adquirir estos productos, donde no se regula un consumo máximo, no existen multas ni consecuencias para quienes vendan productos a menores de edad”, aseguró.
¿Cuáles fueron los cambios?
Entre las modificaciones está la creación de un capítulo sobre cigarrillos electrónicos, vapeadores y demás sistemas o dispositivos análogos, y los define como todo aparato o sistema mecánico, electrónico de cualquier tecnología, que se utilice para calentar, vaporizar o atomizar sustancias tóxicas líquidas, geles, sales, ceras, aerosoles secos, resinas, aceites cerosos u otra nueva formulación sintética, con o sin nicotina, susceptibles de ser inhaladas por la persona consumidora.
Las reformas detallan que queda prohibido:
- La producción, preparación, fabricación, mezclado y envasado.
- El almacenamiento, transporte con fines comerciales y distribución.
- La importación, exportación, venta y suministro de vapeadores y dispositivos análogos, incluidos los desechables o de un solo uso.
- Cualquier acto de publicidad o propaganda, en medios impresos, digitales, radiofónicos, televisivos o cualquier otro formato.
Con información de Milenio
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