Se trata del primer caso registrado a nivel continental. Hasta ese momento no había reportes en México, ni en América Latina o Canadá.
CIUDAD DE MÉXICO, 8 de abril de 2021.- El doctor Roberto Ovilla Martínez, jefe de hematología y trasplantes de médula ósea del hospital Ángeles Lomas, asegura que Francisco Aguirre Orozco —quien se halla hospitalizado desde hace 6 días—, ha recibido un tratamiento exitoso a base de inmunoglobulina intravenosa, que le ha permitido superar el grave cuadro de trombocitopenia inducida, que le provocó la aplicación de la primera dosis de la vacuna Covid-19 AstraZeneca.
De hecho, se trata del primer caso registrado a nivel continental. Este fue diagnosticado el viernes 2 de abril por Ovilla Martínez y su colega Víctor Manuel Vidal González, miembro del Corporativo Hospital Satélite de Naucalpan, donde el paciente de 94 años se recupera.
“Este fenómeno de reacción secundaria es ya un problema real en nuestro país y es el primer caso diagnosticado y tratado en México” —señala Ovilla—, pero aquí el tema no es desalentar el programa de vacunación, sino, por el contrario, estimular la alerta de la población en general y principalmente de la comunidad médica nacional, para que sepamos reconocer el problema.
Ovilla Martínez, quien desde el inicio de la pandemia se ha abocado al tratamiento de pacientes de Covid-19 con tratamientos antiinflamatorios novedosos explica:
“Tengo varias publicaciones sobre el particular y ahora nos ha tocado este caso de trombocitopenia inducida por vacuna, que considero es el primero en todo el continente americano, tomando en cuenta a Canadá, que utiliza esta vacuna, pero sin incluir a Estados Unidos, cuya población ha sido inoculada sólo con vacunas de Pfizer-BioNTech, Moderna y Johnson & Johnson, por lo que no se ha presentado un caso como el de México o los que se han registrado en territorio europeo”.
—Una vez que ya se registró y documentó este primer caso en territorio nacional ¿no cree usted que se desaliente la utilización de esta vacuna, por temor a una reacción secundaria de este tipo?
—Yo no diría que se deje de vacunar con la AstraZeneca, sino lo que hay que reconocer es que estos cuadros sí pueden presentarse y sí son reales. Lo reportaron hace pocos días naciones europeas como Alemania o Dinamarca y esto ocasionó que en estos países se frenara poco más de una semana la aplicación de esta vacuna. Se suspendió precisamente porque se reconoció este fenómeno, poco frecuente, pero por el cual existen testimonios de que la vacuna induce una trombosis. Afortunadamente, desde el pasado 27 de febrero, el cuadro fue bien identificado en Europa y se le conoce médicamente como trombocitopenia inmune protrombótica inducida por vacuna, como el caso que diagnosticamos el viernes, 2 de abril.
Estar a la vanguardia de las investigaciones nos permitió rápidamente hacer el diagnóstico. Fue así como nos encontramos frente al primer caso en México. Sobre este síndrome, hasta ese momento no había reportes en México, ni en América Latina o Canadá. Analizamos todo el cuadro, idéntico a los que se han reportado y le dimos el tratamiento que consideramos más adecuado y que igualmente está recomendado por los centros más importantes de salud de varios países de Europa.
El especialista, continuando con la entrevista explica «resulta paradójico el hecho de que si por más de un año te cuidaste y no te infectaste por Covid y cuando tienes oportunidad de aplicarte la vacuna, ésta te genere un efecto adverso que puede incluso matarte. Y es una lástima porque ninguno quisiera morir en ese intento».
Familia
Claudia, de 56 años, es la hija menor de la pareja conformada por Francisco Aguirre Orozco y Julieta Palacio Gómez, ingeniero petrolero jubilado, quien pasó gran parte de su vida como superintendente de la refinería de Minatitlán, Veracruz. Como ella, sus hermanos mayores, Francisco y Julieta, están conscientes de la frágil situación que actualmente enfrenta su padre, el primer mexicano diagnosticado con el síndrome trombocitopenia inmune protrombótica inducida por vacuna.
—Ustedes esperan que su padre se recupere, regrese a casa y realice sus actividades normales. ¿No desconfían de que su inmunización ante el Covid-19 quede trunca si no decide que le inyecten la segunda dosis pendiente?
—No. Nosotros, incluso mi padre, estamos a favor de que la gente se vacune y complete el proceso. De antemano, habíamos leído sobre el riesgo de la AstraZeneca. Sin embargo, en su caso particular, la segunda dosis procuraremos que la que se le aplique sea la Pfizer-BioNTech, como lo recomienda el doctor Vidal.
“Quiero pensar que el gobierno, cuando aceptó este lote, tenía la certitud que cumplía todas las medidas de seguridad. Sabemos que ese porcentaje de reacción secundaria severa existía y que en nuestro caso, le tocó a mi padre. Pero me gustaría saber cómo va a atenderse el resto de la población, en caso que se presente un evento similar al de mi padre.
¿Cómo poder diagnosticar este síndrome una vez en casa, luego de haberse vacunado?
Ovilla explica, que «uno de los síntomas más comunes, pero quizá el más importante, es la cefalea intensa; un dolor de cabeza que describen no se disminuye con nada. Hay cansancio, adormecimiento; algunos llegan a presentar alteraciones en el habla, y pueden incluso presentarse convulsiones».
Lo importante aquí es que las personas —ya sea el vacunado o sus familiares—, ante esta sintomatología busquen auxilio médico inmediato, y también es fundamental que a donde acudamos, estén enterados de la terapia para revertir este problema y se cuente con los elementos y medicamentos necesarios para tratar al paciente afectado por este síndrome.
La inmunoglobulina intravenosa que se le proporcionó a este paciente, es altamente eficaz; en Europa es lo más recomendado, pero es muy cara. Para dar una idea: se calcula la dosis de un gramo por cada kilo corporal y cada gramo de inmunoglobulina cuesta aproximadamente 2 mil pesos. Así que si un paciente pesa 70 kilos, ya son 140 mil pesos diarios y el medicamento debe aplicarse durante dos o tres días, que son más de 280 mil pesos. Es un costo muy alto, económicamente hablando, pero que finalmente te salvará la vida.
¿Cuántos casos se preveen en el país?
Existen reportes que señalan que un caso de este tipo puede presentarse en una de cada 125 mil personas vacunadas, y hay otros que dicen que es una por cada millón. Supongamos que se base la estadística en cada millón de personas vacunadas.
El gobierno mexicano ha recibido aproximadamente unas 3 millones de dosis de vacunas de AstraZeneca procedentes de Estados Unidos, India y Europa. Si fuese 3 o cuatro pacientes los que se murieran, a lo mejor dicen “no cuenta”, pero como médico o familiar, siempre harías tu mejor esfuerzo por salvarlos. Y quiero que los centros de salud o los hospitales públicos o privados estén preparados para hacerle frente a esta emergencia. Ese es el meollo del asunto.
El especialista reitera :»Y no olvide que el vacunarse o no, es una decisión personal, pero se asume la vacunación en aras de salvar la vida, no en irla a perder. Las otras vacunas que han llegado a México no presentan este riesgo».
Y que quede claro: Yo no digo que vetemos la vacuna AstraZeneca, sino sencillamente los conmino a que estemos alertas y que si por desgracia llega a ocurrir un evento similar, lo /podamos tratar exitosamente. Mi llamado a la población en general es un alerta en el sentido de que este problema ya existe en nuestro país y no es una probabilidad o un hecho exclusivo de Europa.
F. Quadratín