Y es que Pemex tuvo una pérdida neta de 87.8 mil millones de pesos, una baja de 6.7 por ciento en la producción de crudo.
Aunque los esfuerzos del gobierno de Andrés Manuel López Obrador ofrecen resultados positivos en la lucha contra el crimen organizado que extrae combustibles a Pemex, el «huachicoleo» financiero operativo y financiero de la paraestatal no registra los mismos efectos.
Y es que Pemex tuvo una pérdida neta de 87.8 mil millones de pesos, una baja de 6.7 por ciento en la producción de crudo y la salida de 3 mil 624 trabajadores entre julio y septiembre.
De acuerdo con datos de la petrolera muestran que el número de tomas clandestinas para robo de gasolinas, diesel y turbosina sumó 889 en septiembre, la menor cifra en 2019.
Así, durante los primeros nueve meses de 2019, el número de perforaciones para la extracción de combustibles llegó a 10 mil 553, cifra inferior a la registrada en 2018 cuando se contabilizaron 11 mil 240.
No obstante, el problema se focaliza aún en seis entidades: Hidalgo, Estado de México, Puebla, Tamaulipas, Guanajuato y Veracruz, que en conjunto concentran 80 por ciento de los casos de este delito.
Además, el gobierno Federal enfrenta otro problema: la migración del crimen organizado a otros ilícitos, pues según datos de la gerencia de Pemex, los criminales ahora optan por extraer ilegalmente gas LP, delito que en septiembre registró 121 perforaciones, la mayor de 2019.
Así, las cifras operativas y financieras de Pemex contrastar a los avances de la petrolera en su lucha contra la delincuencia, pues arrojaron números rojos en el tercer trimestre de 2019.