Únicamente los gobernadores de Guerrero y Sinaloa lograron reducir las cifras de violencia respecto a las obtenidas por sus antecesores y eso dejarán a los entrantes.
Los nueve gobernadores de Morena que asumirán este año, recibirán como herencia un alza en los índices delictivos en los casos más graves en Baja California Sur, Colima, Nayarit y Zacatecas, donde el incremento supera el 100 por ciento, mientras Michoacán y Sonora dejan a los próximos mandatarios índices delictivos superiores en 60 por ciento en comparación con hace seis años y Tlaxcala y Baja California, la proporción alcanza 40 por ciento. Únicamente los gobernadores de Guerrero y Sinaloa lograron reducir las cifras de violencia respecto a las obtenidas por sus antecesores y eso dejarán a los entrantes.
Una revisión hecha por MILENIO a las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) revela que en el primer caso el descenso fue de 6.6 por ciento, mientras que en el segundo fue de apenas 2.5 puntos porcentuales.
A escala nacional los índices de violencia se encuentran en niveles altos desde mediados de 2018; sin embargo, algunas entidades muestran incrementos desmedidos en los últimos años y Baja California Sur el claro ejemplo con un aumento de 234 por ciento de los asesinatos durante el mandato del panista Carlos Mendoza Davis.
Desde septiembre de 2015 hasta junio de 2021 se han cometido mil 206 asesinatos en dicha demarcación, una cifra muy superior a los 361 casos que se documentaron en el sexenio de Marcos Covarrubias Villaseñor.
El mayor periodo de violencia en esta entidad se vivió durante 2017 cuando 610 personas perdieron la vida a manos del crimen organizado; de hecho, tan solo en ese lapso se concentró el 50 por ciento de todos los asesinatos registrados en el sexenio de Mendoza Davis.
En Colima también se experimentó un repunte de los homicidios dolosos durante la administración del priista José Ignacio Peralta al sumar un total de 3 mil 244 decesos violentos, mientras que en el gobierno de Ramón Pérez Díaz se denunciaron mil 10 casos. Lo anterior representa un incremento de 221 por ciento.
La gobernadora electa de Morena, Indira Vizcaíno, recibirá las riendas de la entidad con un promedio mensual de 42 asesinatos mensuales, el segundo más alto en los últimos seis años, de acuerdo con las estadísticas del SESNSP.
Un panorama similar se observa en Zacatecas, pues a lo largo del gobierno del priista Alejandro Tello, se cometieron 3 mil 105 asesinatos, pero en la administración de Miguel Alonso Reyes se reportaron mil 22 muertes violentas, lo que deja un incremento de 203 por ciento entre ambos sexenios.
Actualmente se registra uno de los periodos más violentos en la entidad, pues tan solo de enero a junio se han denunciado 536 homicidios dolosos, lo que representa una cifra mayor por 57 por ciento a lo que se registró en el primer semestre de 2020.
Ante esta ola de violencia, el gobernador electo de Morena, David Monreal, calificó a inicios de julio que la ola de violencia era una “barbarie”, pero nada que no haya ocurrido en el pasado o que sea causado como resultado de su victoria en los comicios de junio pasado.
Un caso que tendrá un mayor foco de atención por la presencia constante de grupos armados en la entidad será el de Michoacán. El gobernador Silvano Aureoles sumó 8 mil 802 defunciones violentas durante su mandato, una cifra 87 por ciento mayor a los 4 mil 709 asesinatos registrados en la administración que compartieron Salvador Jara y Fausto Vallejo.
La creciente violencia en la entidad se basa en la fuerte presencia de grupos de autodefensa en la zona de Tierra Caliente y además, el mismo Silvano Aureoles denunció que en las pasadas elecciones el crimen organizado jugó un papel importante para que el abanderado morenista, Alfredo Ramírez Bedolla, se hiciera por la victoria por la gubernatura.
Por su parte, el ex secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, encontrará un entorno violento en Sonora porque en el primer semestre de 2021 se registra un promedio de 132 asesinatos cada día.
Además, los grupos delincuenciales cometieron 5 mil 582 homicidios a lo largo de la administración de Claudia Pavlovich, lo que representa una cifra superior en 64 por ciento a los 3 mil 396 asesinatos registrados en el gobierno anterior.
En los casos de Tlaxcala y Campeche los asesinatos de un sexenio a otro aumentaron 84 y 29 por ciento respectivamente y entre ambas entidades apenas suman 735 defunciones violentas en los gobiernos que están por terminar su mandato.
Contuvieron asesinatos
Los actuales gobernadores de Sinaloa y de Guerrero son los únicos que lograron reducir los asesinatos respecto a las administraciones predecesoras, por lo que dejarán cifras negras a sus sucesores morenistas.
Durante la administración de Quirino Ordaz en Sinaloa sumaron 4 mil 34 asesinatos que significaron una reducción de apenas 106 casos, equivalente a 2.5 por ciento, con respecto a las cifras obtenidas por Mario López Valdez.
A falta de casi dos meses para dejar el cargo, el priista Héctor Astudillo logró disminuir 6.6 por ciento los asesinatos en Guerrero, pues en los 70 meses de su gobierno se han perpetrado 10 mil 669 asesinatos, mientras que en el mismo periodo, en el cual gobernaron Zeferino Torreblanca y Ángel Aguirre se registraron 11 mil 424 casos.