La Consar publicó este mes un estudio que revela que 26 por ciento de los adultos mayores no recibe ninguna pensión

Un grupo de adultos de más de 60 años elige cada uno una canica dentro de un costal negro afuera del Superama Lindavista, al norte de la Ciudad de México. El número que les toque es la caja asignada para su turno de cinco horas –de 12 a 17 horas– como empacadores voluntarios. No reciben salario ni prestaciones, solo alrededor de 150 o 200 pesos diarios por propinas (6 mil mensuales).

Otro grupo, el del turno de 7 a 12 horas del día, guarda su mandil azul y sale. José Luis, de 62 años y maletín en mano, se va a su segundo trabajo: mantenimiento automotriz a domicilio. Por hora puede ganar 300 pesos, más que empacando. Lo hace para “no estar de ocioso en casa”, donde lo mantienen sus hijos. Solo el 13 por ciento de los adultos mayores vive solo (Inegi, 2016).

Por una semana de cotización que le falta ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), no ha logrado obtener su pensión. Era líder de mantenimiento en otro supermercado.

Lupita, de 70 años, quisiera ganar más. Explicó que durante las cinco horas de trabajo los hacen sentarse cada media hora en la banca lateral a las cajas. “Quisiera descansar menos para ganar más”, aseguró a lado de José Luis.

La Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) publicó este mes un estudio que revela que 26 por ciento de los adultos mayores no recibe ninguna pensión contributiva ni mediante programas sociales del gobierno federal o local. Deben buscar financiamiento a través de otros rubros como el trabajo (75 por ciento), donativos de otras familias (12 por ciento) y otras transferencias (7 por ciento).

Asimismo, el 33 por ciento de adultos mayores tiene ingresos solo de su pensión (16 por ciento contributivas y 17 por ciento no contributivas).

Más información en: http://www.sinembargo.mx/13-09-2018/3470209

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