Un nuevo informe incluye datos sobre los llamados “vuelos de la muerte” durante la represión de 1965 y 1990 en México. En él, se señala que los sospechosos o guerrilleros eran sentados en un banco de hierro en una base aérea del Pacífico sur mexicano con la creencia de que los iban a fotografiar.

Sin embargo, la realidad era que les cubrían la cabeza con una bolsa que ataban al cuello, recibían un disparo en la nuca y luego eran metidos en costales y subidos a una avioneta para ser lanzados al mar, esto en los llamados «vuelos de la muerte» en la represión entre 1965 y 1990.

Un extenso informe divulgado este viernes por la Comisión de la Verdad, creada por el gobierno mexicano en 2021 para esclarecer graves violaciones a los derechos humanos entre 1965 y 1990, describe también cómo algunos pescadores encontraron bultos que resultaron ser cadáveres y entonces los militares comenzaron a llenar los sacos con piedras para que no flotaran.

Los llamados “vuelos de la muerte”, similares a los de las dictaduras militares del Cono Sur, son sólo una de las diversas estrategias criminales descritas en el informe titulado “Fue el Estado” que relata la brutal represión de casi tres décadas en las que los gobiernos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), hegemónico durante casi todo el siglo XX, mostraron su cara más dura ante cualquier disidencia, guerrilla o en su lucha contra el narcotráfico.

A lo largo de más de 4.000 páginas se narran detenciones arbitrarias, ejecuciones, torturas, violencia sexual, desapariciones, desplazamientos forzados o masacres donde las víctimas no sólo fueron opositores o milicianos sino estudiantes, campesinos, sindicalistas, indígenas o trabajadoras sexuales o refugiados guatemaltecos, entre otros.

México comenzó a investigar la represión gubernamental cuando llegó la alternancia política con el gobierno de Vicente Fox (2000-2006), quien creó una fiscalía especial para el tema. El flujo de testimonios comenzó entonces aunque su contenido ha ido conociéndose poco a poco.

Uno de los puntos que más interés ha despertado desde hace años son los llamados “vuelos de la muerte”.

Según la declaración de Gustavo Tarín, integrante del Grupo Operativo de la Policía Militar, en la base aérea cercana al turístico puerto de Acapulco fueron ejecutadas o desaparecidas unas 1.500 personas. No dio listas ni nombres aunque sí acusó a sus superiores de las ejecuciones de un tiro en la nuca siempre con la misma pistola, a la que apodaban “la espada justiciera”.

Las víctimas eran sospechosas de participar en la guerrilla del campesino Lucio Cabañas, en el estado de Guerrero, aunque según declaró el mecánico militar Margarito Monroy, que participó en 15 vuelos, había personas de distintos lugares y posición económica.

Monroy fue uno de los que ofreció más detalles en un testimonio hace más de 20 años. “Cuando eran mujeres les ofrecían que, si tenían sexo, al llegar a Guerrero las dejarían en libertad y en su caso a los esposos. En algunas ocasiones aceptaron, pero nunca, que él viera, las liberaron”, señala el informe.

El mecánico también relató que a veces algunos de los subidos en sacos al avión estaban todavía vivos, agonizando. Las pequeñas avionetas bajaban casi a nivel del mar para desde ahí tirar los costales.

(THE ASSOCIATED PRESS)

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