La «epidemia del secuestro en México está asociada al impacto de la guerra contra las drogas y en parte ha sido resultado de la política migratoria de Estados Unidos».
La ruta que siguen los migrantes en México para llegar a Estados Unidos, es la más peligrosa cuando se trata de extorsión, secuestro y detenciones ilegales, así lo sostiene una investigación del Mixed Migratios Centre.
El estudio afirma que en el ámbito del secuestro, incluyendo como víctimas tanto a inmigrantes indocumentados como a ciudadanos, la situación se ha degradado a tal nivel que México registra una escala que solo es superada por Siria.
A la ruta mexicana, ni siquiera le hacen sombra, afirma la investigación, otras rutas altamente peligrosas y concurridas como la que inicia en Somalia, Etiopía y Eritrea para llegar a los Estados del golfo Pérsico, Israel, Europa o Sudáfrica.
Mixed Migration Centre es el brazo de investigación del Consejo Danés para los Refugiados.
Opera con fondos de instancias como la Unión Europea (UE), UNICEF y los ministerios de Exteriores de Suiza, Alemania y Noruega; centra sus investigaciones particularmente en Asia, Oriente Medio, Yemen, Árfrica Occidental y África Oriental.
«Como consecuencia de su duración, de la normalización de la naturaleza de la ruta migratoria y de refugiados a través y desde México, y el elevado número de involucrados, México probablemente registra el problema más extenso de extorsión y secuestro de migrantes a nivel global», señala el estudio.
El apartado sobre México sostiene que miles de migrantes son secuestrados cada año durante su cruce por el país hacia Estados Unidos.
La investigación, titulada «Todos son presa: secuestro y detención abusiva en flujos migratorios mixtos», fue elaborada por los expertos Christo-pher Horwood y Roberto Forin, y presenta una visión global de la problemática profundizando en casos representativos.
Por su parte, la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas estimó en 2013 que, de un universo de entre 200 y 400 mil migrantes, 20 mil habrían sido víctimas de ese crimen.
En tanto, el documento sostiene que la «epidemia del secuestro en México está asociada al impacto de la guerra contra las drogas y en parte ha sido resultado de la política migratoria de Estados Unidos«.
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