El izquierdista Andrés Manuel López Obrador jurará como el nuevo presidente de México bajo la promesa de emprender una “transformación”, en la que deberá hilar fino para cumplir con su exigente agenda social sin perjudicar las finanzas.
El político de 65 años, conocido como AMLO, tendrá que procurar ese delicado acto de equilibrismo en un país sumido en una sangrienta guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado, con índices de corrupción sin precedentes y donde cuatro de cada 10 de sus ciudadanos vive en la pobreza.
“Hay mucho entusiasmo (…) Vienen presidentes, primeros ministros de todas las corrientes de pensamiento: de izquierda, de centro, de derecha y son bienvenidos porque nosotros buscamos mantener una relación de amistad con todos”, dijo López Obrador en un video compartido durante la semana en sus redes sociales.
La larga lista de invitados a la toma de posesión incluye desde una delegación de Estados Unidos -encabezada por el vicepresidente Michael Pence e Ivanka Trump- hasta líderes controversiales como los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Nicaragua, Daniel Ortega.
Luego del acto de asunción del primer presidente izquierdista en décadas en México, habrá un almuerzo con los invitados y posteriormente AMLO pronunciará un discurso tras recibir el “bastón de mando” de los pueblos indígenas en la Plaza del Zócalo, testigo de varias de sus protestas.
“Voy a explicar cómo vamos a financiar el desarrollo sin aumentar los impuestos, sin crear impuestos, sin gasolinazos, respetando los equilibrios macroeconómicos”, anticipó en la semana sobre lo que dirá en sus palabras como nuevo presidente.
En una entrevista publicada el viernes por un diario local, advirtió que no gobernará “sólo para los mercados”. “En materia económica, lo que viene es una nueva política”, dijo.
Es calificado por sus críticos como una líder populista -con gran apoyo ciudadano y mayoría en el Legislativo- que podría poner en peligro las finanzas públicas del país.
MERCADOS ATENTOS
Para preparar su discurso, que será seguido de cerca por inversionistas, el exalcalde de Ciudad de México se cobijó en la finca que posee en el sur del país junto con el cantautor cubano Silvio Rodríguez, el jefe del partido laborista inglés Jeremy Corbyn y el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla.
A pesar de que AMLO y su equipo económico han tratado de calmar a los mercados, desde octubre la bolsa local ha caído un 15.7 por ciento y el peso ha retrocedido un 9 por ciento, en gran medida por la cancelación de la millonaria construcción del aeropuerto de Ciudad de México luego de una consulta pública y por polémicas iniciativas parlamentarias, donde tiene mayoría.
“Los índices de aprobación de López Obrador siguen siendo altos a pesar de las recientes controversias sobre las consultas irregulares y el cambio del sentimiento del mercado en el último mes”, dijo la firma Eurasia en una nota a clientes.
“Una vez en el cargo, López Obrador tendrá mucho poder y capital político para implementar sus políticas. Pero es probable que su popularidad comience a disminuir en algún momento, de no cumplir con las altas expectativas sobre corrupción y seguridad”, agregó.
López Obrador ha propuesto reducir los homicidios, acabar con la corrupción y atender la masiva migración de mexicanos y centroamericanos hacia Estados Unidos a través de un plan para atender las causas que la originan.