El presidente dijo que se buscaba proteger al exprocurador, Jesús Murillo Karam, autor de la llamada «verdad histórica»; además, defendió el actuar de la FGR

En medio de las dudas que han surgido respecto a la investigación de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, el presidente Andrés Manuel López Obrador especuló una hipótesis sobre lo que sucedió dentro de la Fiscalía General de la República (FGR) para boicotear el proceso judicial contra los involucrados.

El mandatario afirmó este viernes que, una vez solicitadas las órdenes de aprehensión, personas “infiltradas” dentro de la FGR buscaron “dinamitar el proceso ampliando la lista de los presuntos responsables”.

“Todo el aparato que estaba y muchos infiltrados no se dieron cuenta o cuando se dieron cuenta ya era demasiado tarde de que se habían solicitado las órdenes de aprehensión de las personas que aparecían en el informe, cuando se enteran, aún cuando ellos llevaban los casos se negaron a firmar, hubo una rebelión, eso fue lo que sucedió y sin embargo se fue hacia adelante y en la desesperación, esa es mi hipótesis, quisieron dinamitar el proceso ampliando la lista de los presuntos responsables.

“De esa manera, si en vez de que fueran cinco o seis militares le agregaban 20 más, yo ya iba a decir, ‘no, párenle’ y si estaban 15 o 20 funcionarios acusados y le agregaban 10, lo mismo, entonces dijimos no, vamos a apegarnos al informe, a lo que está en el informe, sin que signifique que los que están incluyendo sean inocentes”, consideró en su conferencia matutina.

López Obrador aclaró que con estas acciones buscaban proteger al exprocurador General de la República, Jesús Murillo Karam, uno de los funcionarios que participó en la construcción de la llamada «verdad histórica» sobre la desaparición de los estudiantes durante la administración de Enrique Peña Nieto.

Por esta razón defendió la actuación de la Fiscalía y aseguró que si no se procedía con las órdenes de aprehensión, los infiltrados iban a informar a los inculpados para que pudiesen escapar de la justicia.

“Hubo alguien que me dijo, es que si se hubiese esperado un mes hubiese sido impecable, si nos esperamos un mes no detenemos a nadie, como muchos (que están prófugos) porque ellos mismos se iban a encargar de informarles”, sostuvo.

–¿Quién quería alertar a Murillo? –se le preguntó.

–Los de ahí de la Fiscalía, seguramente –respondió.

–¿De la FGR o de la Unidad Especial para el caso Ayotzinapa? –se le insistió.

–No sé exactamente, pero sin duda fue sorpresivo –contestó.

–¿Se actuará contra ellos? –se le cuestionó.

–Si se tienen pruebas, sí, pero sin duda fueron sorprendidos y nos reunimos, pasaba el tiempo, pasaba el tiempo y yo estaba pidiendo cuentas y empezó la rebelión.

El presidente llamó a estos presuntos elementos «infiltrados», sorprendidos o “considerados no tomados en cuenta o estrictos defensores del debido proceso”, entre quienes le expusieron que debió esperar un mes más para girar estas órdenes de aprehensión, con el posible objetivo de que se fugaran los implicados.

El mandatario federal insistió en que el Ejército ha actuado muy bien, porque todos los militares que se incluyeron en el informe tienen orden de aprehensión y que se mancharía a la institución si se encubre a los responsables.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *