El número de desaparecidos en el estado sureño de Guerrero tras el paso del huracán Otis aumentó a 58 y la cifra de muertos se ajustó a 46, informaron autoridades mexicanas el lunes en la noche, mientras continúan las labores de búsqueda en tierra y en las embarcaciones que se hundieron en el puerto turístico de Acapulco.
La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, indicó que hasta las 6 de la tarde se tenía el registro de 46 decesos y 58 personas desaparecidas, de acuerdo con un reporte preliminar de la Fiscalía General estatal.
Salgado dijo a la televisora local Milenio que, gracias a las labores de búsqueda —que se han intensificado en las últimas horas—, se logró localizar a 245 personas, de las cuales 19 son extranjeras.
Poco antes, el secretario de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de Guerrero, Roberto Arroyo, informó a The Associated Press que había 47 muertos y 56 desaparecidos.
En su conferencia matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que 45 personas habían perdido la vida, pese a que el domingo el gobierno federal reportó tres fallecidos más en un comunicado.
Entre los muertos que dejó el huracán Otis hay tres extranjeros que residían en Acapulco, señaló la fiscal de Guerrero, Sandra Luz Valdovinos: una persona estadounidense —cuyo cuerpo ha sido entregado a sus familiares—, otra británica y otra canadiense.
Valdovinos indicó que había 47 personas cuyos familiares entregaron información genética para tratar de ubicarlos, y que se encontró a 150 individuos que estaban desaparecidos, entre ellos dos de nacionalidad sueca.
El secretario de Marina, José Rafael Ojeda, tampoco descartó que pueda haber más víctimas en las 29 embarcaciones hundidas que ya han sido localizadas. Se preveía la llegada de un buque el lunes para poder recuperar esos barcos, mayoritariamente turísticos.
Alejandro Martínez Sidney, presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios Turísticos en Acapulco, dijo a la emisora local MVS que en esas embarcaciones había unas 120 personas, pero ninguna autoridad ha confirmado ese dato.
Según Martínez Sidney, es normal que los tripulantes acudan a amarrar bien los navíos ante la llegada de ciclones, y posiblemente quedaron atrapados en ellos al no prever que Otis pegara con tanta fuerza.
Abigail Andrade Rodríguez era uno de los cuatro tripulantes a bordo de uno de esos yates, un navío bimotor de alquiler llamado Litos, de 29 metros de eslora, que estaba en Puerto Marqués, al sur de la bahía principal de Acapulco.
Según contó a la AP su tía Susy Andrade, la última vez que tuvieron noticias el yate iba camino de la marina del puerto para resguardarse en ese lugar. Después se perdió su rastro.
Andrade dijo que su sobrina habló con la familia y “dijo que el mar estaba muy picado, que saldrían… hacia la marina para ver si ahí estarían más seguros, pero al parecer ya no llegaron”.
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Foto: Especial
Vía: AP