Ningún presidente desde José López Portillo había visitado el municipio donde nació el narcotraficante.
Los habitantes de Badiraguato solo habían visto tantas fuerzas armadas desplegadas, cuando iban a buscar a Joaquín «El Chapo» Guzmán.
Pero hoy estan ahí para acompañar al primer presidente que ha vistado el municipio donde nació y creció quien ha sido uno de los capos más importantes del mundo.
Miguel Ángel Pérez puso su puesto sobre la carretera con la esperanza de que Andres Manuel López Obrador se detenga a probar un coco y agradecerle que tome en cuenta a este lugar que hasta ahora había estado hundido en la pobreza y el olvido.
A lo largo de su historia, la pequeña población fue considerada cuna de tres generaciones de narcotraficantes.
En los años 40, nacieron ahí Pedro Avilés, Ismael “El Mayo Zambada” y Juan José Esparragoza «El Azul”; una década después se criaron Ernesto Fonseca Carrillo, Rafael Caro Quintero e Ignacio Coronel Villarreal, y años después ocurrió lo mismo con Joaquín Guzmán Loera y los hermanos Beltrán Leyva.