La tortura en agravio de Cacho habría ocurrido cuando la periodista fue detenida en 2005 y trasladada por tierra desde Cancún a Puebla.
Una juez federal dejó sin efecto la suspensión que le concedió el pasado 7 de mayo al exgobernador de Puebla, Mario Marín, en contra de la orden de aprehensión por el delito de tortura en agravio de la periodista Lydia Cacho, por lo que la Fiscalía General del República (FGR) podrá detenerlo por tratarse de un crimen grave, se actuó la ficha roja de la Interpol y el “góber precioso” es buscado en más de 190 países.
Rosa María Cervantes Mejía, Juez Décimo Segundo de Distrito en Amparo Penal en la Ciudad de México, notificó este miércoles su decisión, luego de que los actuarios tampoco lograran localizar al exmandatario poblano para notificarle una suspensión de plano.
Bajo esas condiciones, la juez sólo dio esa suspensión para el efecto de que las cosas continuaran bajo el estado que guardan, es decir, sin cancelar el riesgo de ser privado de su libertad.
Pese a no estar protegido con una medida judicial de esta naturaleza, Marín tenía la opción de combatir con este amparo el contenido o “fondo” de la orden de aprehensión, sin embargo, no ratificó su demanda.
Cabe mencionar que su amparo eventualmente también hubiese sido desechado o turnado a otro órgano jurisdiccional, ya que los juzgados no pueden dictar resoluciones contra fallos de instancias superiores, como lo es la autoridad que instruyó la captura del exgobernador.
La tortura en agravio de Cacho habría ocurrido cuando la periodista fue detenida en 2005 y trasladada por tierra desde Cancún a Puebla, al ser cumplimentada en su contra una orden de aprehensión por delitos de difamación y calumnia.