El mexicano presentó comezón y afirmó que registrará otras reacciones que podrían ser leves o graves.


A raíz de la pandemia de coronavirus, que mantiene el deterioro de cientos de personas en el país, la búsqueda del medicamento ante ese mal no ha frenado. Incluso, ya hay un registro del primer mexicano que se aplicó una vacuna contra el COVID-19.

El hospital de la Princesa, ubicado en Madrid, España, es la sede de esta acción que quedará para la historia, pues Ernesto Herrera acudió al lugar por voluntad propia y se aplicó la inyección contra el COVID-19 en fase experimental.

De acuerdo con Foro TV, se trata de la vacuna recombinante AD26 COV2S, la cual se encuentra en la segunda fase II de investigación. El estudio es encabezado por el laboratorio Janssen junto con la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado de Estados Unidos (BARDA).

El proceso para estudiar la respuesta inmune contra el SARS-CoV-2, consiste en aplicar la vacuna en tres dosis a 1,045 adultos sanos de 18 a 70 años de edad, en grupos seleccionados de Bélgica, Alemania y España.

Ernesto afirmó que una de las respuestas tras la aplicación de la inyección fue que sintió comezón y le fue entregado un diario para que anote todos los síntomas durante todo el proceso, ya que después podrían presentarse diversas reacciones leves o graves e irreversibles, debido a que es un nuevo estudio.

El ciudadano aseguró que su decisión de arriesgar su vida, pues no sabe qué efectos causará, fue tomada por el bien de todo el mundo. “Es muy importante todo esto.

Que mis hijos aprendan lo que es la solidaridad, alguien lo tiene que hacer. Yo no pretendo ser héroe pero creo que contribuir es parte de lo que debería ser la esencia humano”.

En caso de que los resultados sean satisfactorios, los laboratorios iniciarán con la tercera fase en noviembre. Sin embargo, hasta mediados del próximo año podría estar lista la vacuna para iniciar con la producción de 1,000 millones de dosis.

EN LA CDMX TAMBIÉN PROBARÁN TRATAMIENTOS CONTRA EL COVID19

Como una manera de combatir la enfermedad de COVID-19, el Gobierno de la Ciudad de México en colaboración con el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, e institutos de investigación internacionales, anunciaron la realización de estudios científicos y protocolos de salud para combatir al virus.

La iniciativa forma parte de un ensayo clínico de dos tratamientos que han sido probados en laboratorios de otros países como Alemania o Japón, y con todas las características correspondientes para aplicarlos en pacientes ambulatorios, es decir, que tienen el virus, pero no necesitan ser ingresados a un centro hospitalario.

De acuerdo con el doctor Peter Seeberger del Instituto Max Planck, procedente deAlemania, se aplicará en México, puesto que es uno de los países con muchos casos positivos de coronavirus. Se trata del fármaco mesilato de camostat, que ha sido utilizado en Japón para tratar la pancreatitis aguda y antes en Europa, fue usado como medicamento para combatir la fibrosis quística.

Así como la planta artemisa annua que funciona como un antiviral, pero hay que analizar los resultados para conocer sus efectos. Peter Seeberger destacó que los tratamientos que se aplicarán en más de 300 personas se han utilizado en millones de personas sin detectar efectos secundarios importantes, pues fungen como un antiviral.