Pruebas que iban desde saltos coordinados hasta prácticas de puntería con pistolas de gotcha eran a las que se enfrentaban las personas privadas de su libertad en el rancho Izaguirre para sobrevivir. Las víctimas eran sometidas por ex militares extranjeros a un «muy duro» entrenamiento para terminar formando parte de los sicarios del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Un sobreviviente del rancho Teuchitlán, Jalisco, en donde madres buscadoras localizaron posibles restos humanos el miércoles 5 de marzo, aseguró que las personas retenidas en las instalaciones eran supuestamente entrenadas por ex militares de Estados Unidos y de Colombia.

«Era un entrenamiento duro (…) A mí me tocó el adiestramiento de ex militares estadunidenses y colombianos que distinguía por el idioma y por el color de piel también.

En entrevista para MILENIOTelevisión, el sobreviviente confirmó que el rancho Izaguirre funcionaba como un campo de entrenamiento del CJNG, en el que “desaparecían” a las personas que no pasaban las pruebas físicas a las que los sometían los ex militares extranjeros.

«Algunos fueron por voluntad propia«, señaló el entrevistado confirmando que algunas personas buscaban trabajar como sicarios del CJNG.

Durante el tiempo que duraba el entrenamiento, los discípulos recibían un pago de 3 mil pesos a la semana que podían usar hasta que los dejaran salir del rancho.

A pesar de las versiones sobre la cantidad de personas que pudieron haber sido asesinadas en el rancho, el sobreviviente señaló que la mayoría salen con vida del lugar; aunque después trabajan para el cártel en distintos estados de la República Mexicana.

«No eran tantos muertos (…) Por ejemplo, cuando yo estuve ahí, eran 230 personas; 30 quedaron ahí y ya las demás terminaron el adiestramiento, pero 20 personas de las 200, ya no las volví a ver (…) Las demás se reparten en puntos, o sea, en plazas. Pasan esa etapa de adiestramiento y van a las plazas a trabajar; ya sea a Guanajuato; Lagos de Moreno, Jalisco (…).

Durante la entrevista también aseguró que el CNJG manda a estas personas a Zacatecas; Puerto Vallarta, Jalisco; Ixtapa, Guerrero; Aguascalientes y San Luis Potosí.

«Desde el principio del adiestramiento les dicen para quién trabajan», reconoció el hombre, quien aseguró que los retenidos no se pueden revelar porque son amenazados por sicarios armados del CJNG.

Obligados a quemar, desmembrar y matar personas, las víctimas del rancho tenían que intentar dormir acostados en el suelo, pegados unos con otros. Cuando la noche era fría, la situación no mejoraba, pues únicamente tenían un par de cobijas, tapetes y lonas para cubrirse.

El hombre confirmó que en el lugar había perros a los que también les aventaban carne humana: «Uno como tipo lobo, Alaska; otro como Bulldog. Estaban gordos, grandes; les daban carne».

Por su parte, narró que los presuntos sicarios se alimentaban con carne de cerdos que ahí mismo criaban.

«Nos dijeron que sí había más (puntos de adiestramiento). Hay muchos en Michoacán (los cuales funcionan igual)», contestó.
Sobre las personas que murieron en el rancho, el sobreviviente explicó que algunos no aguantan el dolor, ya que los entrenan con pistolas de gotcha.

El hombre cuenta que logró escapar una vez que superó el adiestramiento y lo colocaron en la plaza de Zacatecas, donde tenía que trabajar como sicario:

«Me escapé de Zacatecas, logré escapar porque nos mandaron ‘de compras’; a robar autos y robar celulares. Pero yo me negué porque yo les dije que a nosotros no nos habían dicho eso allá donde salimos, que nosotros no íbamos a robar ni andar haciendo eso, sino que nomás nosotros íbamos a estar ahí de sicarios».

Considerando que desde el rancho se escuchaban balazos y otros ruidos fuertes, el sobreviviente piensa que las autoridades están corrompidas, por lo que estos lugares de adiestramiento nunca dejarán de existir.

«Puede ser que estén vivos porque, como le comenté hace rato, no pueden estar haciendo adiestramiento con tenis (…) Puede ser que estén en algún lugar del país todavía con vida. Algunos están con vida en sus plazas, nomás que no los dejan salir porque los tienen en casas de seguridad, contra su voluntad», mencionó sobre el hallazgo de zapatos en las inmediaciones del rancho.

Con información de Milenio

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