A unos días de cumplirse una década desde el caso Ayotzinapa, anoche elementos de la Marina Armada y la Fiscalía General de la República detuvieron a Gildardo López Astudillo, también conocido como “El Gil”, a quien se le relaciona con la desaparición de los 43 normalistas.
“El Gil” fue trasladado al penal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México, para enfrentar cargos ante el juez. Desde marzo de este año, temía ser detenido nuevamente.
Por lo que presentó una demanda de amparo contra la orden de aprehensión y su ejecución librada en su contra por el juez de Distrito Especializado en el sistema Penal Acusatorio del Centro de Justicia Penal Federal en la Ciudad de México, con sede en el Reclusorio Oriente.
El presunto líder criminal fue detenido por primera vez en septiembre de 2015, en el municipio de Taxco, Guerrero, y duró cuatro años preso en el penal de máxima seguridad del Altiplano, para después convertirse en uno de los testigos colaboradores de la Fiscalía General de la República, con el nombre clave “Juan”.
López Astudillo, alias “El Gil” o “El Cabo”, salió en libertad en septiembre de 2019, luego de que un juez federal con residencia en Tamaulipas desechó las pruebas que la entonces Procuraduría General de la República (PGR) presentó en su contra, al considerar que se obtuvieron de manera ilegal.
No obstante, en marzo pasado, “El Gil» presentó una demanda de amparo contra la orden de aprehensión y su ejecución librada en su contra por el juez de Distrito Especializado en el sistema Penal Acusatorio del Centro de Justicia Penal Federal en la Ciudad de México, con sede en el Reclusorio Oriente.
El presunto líder de Guerreros Unidos solicitó la protección de la justicia al Juzgado Segundo de Distrito de Amparo en Materia Penal en la Ciudad de México, que le dio un plazo de cinco días al promovente para que aclare observaciones, en el entendido que de no desahogarlas, se tendrá por no presentar la demanda.
Padres de normalistas de Ayotzinapa «terminan mal» con AMLO
Vidulfo Rosales, abogado de los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa, aseguró que por no haber avancen en la extradición de Tomás Zerón, no habrá más reuniones con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Las reuniones son puras confrontaciones (…) terminamos mal», señaló al terminó de un encuentro con el presidente López Obrador en Palacio Nacional.
La reunión de hoy, pues en seguimiento a la que ya se había tenido (…) la información que nos dieron básicamente data de dos detenciones nuevas que se hicieron, una de ellas de importancia, y algunos sitios de búsqueda en el terreno ha habido avances considerables y de ahí en fuera pues ya no tenemos resultados».
En los temas de la extradición de Tomás Zerón de Lucio, de José Ulises Bernabé y de nuevas líneas de búsqueda que hay, no tuvimos ningún avance, ninguna respuesta, razón por la cual la posición de los padres es que esta es la última reunión”, indicó Rosales.
Señaló que no ven condiciones de una próxima reunión porque “son puras confrontaciones”.
Con información de El Universal.
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