Según la ONG, esta semana, más de 1.700 inmigrantes que se habían refugiado en una fábrica abandonada en Piedras Negras, México, fueron rodeados por la policía y se les impidió salir de las instalaciones.
La ONG Médicos sin Fronteras ha denunciado este sábado (16.02.2019) que las autoridades mexicanas impidieron durante varios días a sus cooperantes que accedieran a una fábrica abandonada de la localidad mexicana de Piedras Negras donde estaban refugiados unos 1.700 inmigrantes.
Los refugiados, según la ONG, fueron «rodeados por la Policía y los militares mexicanos y se les prohibió salir de las instalaciones» antes de comenzar a trasladarlos a «ciudades fronterizas inseguras en México, donde los migrantes a menudo son atacados y son extremadamente vulnerables al crimen y la violencia».
«La forma en que las autoridades mexicanas han tratado a los migrantes en Piedras Negras es inaceptable. Más de 1.700 personas han sido retenidas contra su voluntad en una fábrica abandonada, rodeadas de policías y soldados mexicanos, confinadas como si fueran delincuentes», lamenta Sergio Martín, coordinador de programas.