El Senado de la República aprobó por unanimidad la reforma a la Ley General de Vida Silvestre que prohíbe el uso de mamíferos marinos en espectáculos públicos, así como en cualquier otra actividad que no tenga fines científicos, educativos o de conservación.
Con 99 votos a favor, la Cámara alta dio luz verde a una modificación de fondo al artículo 60 bis del ordenamiento legal, marcando el inicio del fin de la explotación con fines lucrativos de especies como delfines, orcas, lobos marinos y manatíes.
La reforma precisa que queda prohibido el uso de mamíferos marinos en espectáculos fijos o itinerantes, así como su reproducción y captura bajo esquemas de manejo intensivo, salvo cuando sean actividades orientadas a reintroducción, repoblamiento o translocación para fines de conservación.
Durante la discusión, la senadora Maki Esther Ortiz Domínguez, presidenta de la Comisión de Medio Ambiente, propuso modificaciones clave aceptadas por el Pleno. Por ello, la minuta fue devuelta a la Cámara de Diputados para su revisión y eventual aprobación final.
Nuevas condiciones para el manejo de fauna marina
La reforma incluye nuevos requisitos y restricciones, entre los que destacan:
Prohibición total del aprovechamiento extractivo de primates, sean para subsistencia o comercio.
Investigaciones en mamíferos marinos deberán contar con aval de instituciones académicas, registro oficial y protocolos autorizados.
Condiciones adecuadas de hábitat: los cetáceos deberán mantenerse preferentemente en corrales marinos. Si esto no es posible, en instalaciones abiertas con intercambio de agua natural.
En casos de emergencias sanitarias o contingencias, se permitirá su traslado a instalaciones temporales sin contacto con el mar, siempre priorizando su integridad física.
Sanciones administrativas: las Unidades de Manejo para la Conservación de Vida Silvestre perderán su autorización si presentan inconsistencias en estudios poblacionales, inventarios o planes de manejo.
Amplio respaldo político y social
La reforma fue respaldada por legisladores de todos los partidos representados en el Senado. La senadora Olga Patricia Sosa Ruíz (Comisión de Estudios Legislativos Primera) subrayó que esta legislación atiende una deuda pendiente con los animales y con el medio ambiente.
La reforma se inscribe en el contexto de la reciente reforma constitucional en materia de protección animal, con la cual México reconoce por primera vez en su marco legal que los animales son seres sintientes que merecen trato digno.
De aprobarse en definitiva en la Cámara de Diputados, esta legislación marcará un parteaguas en la política ambiental mexicana, alineándose con estándares internacionales de bienestar animal.
Con información de Debate
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