Algunas de las principales refinerías del país están a la mitad de su producción por mantenimiento
Pese a que algunas de ellas ya deberían estar operando normalmente, al menos tres de las seis refinerías que hay en México siguen trabajando a media capacidad.
La planta Lázaro Cárdenas, de Minatitlán, Veracruz, sólo continúa trabajando al 40 por ciento de su capacidad, mientras que la Antonio Dovalí, de Salina Cruz, Oaxaca se encuentra a 60 por ciento, y la Francisco I. Madero de Ciudad Madero, Tamaulipas, aún sigue sin operar, de acuerdo con autoridades y trabajadores de Pemex.
A poco más de cuatro meses de iniciado el mantenimiento mayor y menor de la refinería Francisco I. Madero de Pemex, en el sur de Tamaulipas, las instalaciones petroleras permanecen inoperantes, prevén se prolonguen el paro operativo hasta principios del mes de marzo del año en curso, cuando se tenía previsto que en diciembre pasado ya entrara en operación normal.
Con una inversión superior a los tres mil millones de pesos, estas instalaciones ubicadas en el municipio de Madero, desde el mes de agosto comenzaron con este mantenimiento en las 22 plantas que componen el complejo.
Omar García Vázquez, vocero de la paraestatal en el sur de Tamaulipas, señaló que los avances en estas labores de mantenimiento son escalonadas, de la misma forma en que fueron dejando de operar desde el mes de agosto del 2017.
Se estima que una vez que concluya la modernización de la refinería Francisco I. Madero se produzcan 190 mil barriles de hidrocarburos diarios.
En el sur de Veracruz, el presidente de la Comisión de Vigilancia de la Sección 10 del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) informó a medios locales que la refinería Mina 2 redujo su capacidad de producción, pero que con el 40 por ciento que en este momento produce la planta apoya la producción nacional junto con las refinerías de Tula, Salina Cruz y Salamanca.
No obstante, las versiones de los trabajadores son en el sentido de que la refinería ha presentado tantos problemas (recientemente una torre colapsó) que la producción, si acaso, llega a ser del 15 o 20 por ciento de lo que anteriormente producían.
Si tomamos en cuenta que aquí se producían diariamente más de 71 mil barriles y ahora a veces alcanzamos 15 mil, pues sí es de preocuparse”, mencionó Ernesto, uno de los trabajadores.
La refinería Antonio Dovalí de Salina Cruz, región del Istmo, opera a 60 por ciento de su capacidad como parte del proceso de reanudar las actividades, luego de distintos incidentes derivados a consecuencias de los eventos meteorológicos y sísmicos del año pasado.
La refinería se compone de 28 plantas de refinación, seccionadas en dos trenes de operación; éstas producen independientemente destilados del petróleo; la empresa reconoció que uno de estos trenes está parado.
En diciembre, Pemex difundió que “sólo se esperan las condiciones técnicas para iniciar con la actividad”, pero a la fecha se desconoce cuando normalizará su productividad la más importante refinería del país.
Lo cierto es que desde junio del año pasado, con el incendio en el cuarto de bombas donde murió un bombero de la empresa, así como los desperfectos supuestamente originados por los sismos y sus réplicas registradas en septiembre, la operación de las empresa no ha conseguido el 100 por ciento.
La refinería de Salina Cruz reinició operaciones a principios del pasado mes de noviembre, aportando a la demanda local y nacional de combustibles.
Posteriormente, el jueves 7 de diciembre, hubo alerta entre habitantes del puerto por fumarolas vistas desde el exterior de la refinería. La empresa argumentó prácticas contra incendio en ataque a fuego abierto, que no presentaron riesgo a las instalaciones y mucho menos a las colonias aledañas, por lo que no fue necesario la evacuación del personal administrativo.
La realización de esta práctica, se reportó de forma temprana a Protección Civil de Salina Cruz”, sostuvieron autoridades.