Forma parte de los puntos incluidos dentro de la Reforma Energética que fue avalada por los legisladores
México ofrecerá a empresas petroleras extranjeras el derecho de perforar en las codiciadas aguas profundas del Golfo de México, que albergarían miles de millones de barriles de crudo, en el punto culminante de una reforma energética apenas seis meses antes de las elecciones presidenciales.
La subasta de 29 bloques es la prueba más importante de la apertura histórica del sector energético lograda por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, que buscaba atraer cientos de miles de millones de dólares de inversión para dar un giro a la declinante industria petrolera estatal.
Las apuestas son altas para Peña Nieto y su partido, que quiere mostrar los frutos de la liberalización antes de las elecciones del 1 de julio. La reforma fue su iniciativa económica más destacada pero los resultados han sido mixtos.
Durante décadas las principales petroleras del mundo presionaron por el acceso a las reservas de petróleo y gas de México. La petrolera estatal Pemex, cuyo monopolio de 75 años acabó con la reforma, carecía del capital y la experiencia para extraer crudo de la roca bajo las aguas más profundas del país.
Titanes del sector se apuntaron para participar en la subasta en Ciudad de México. Entre ellos están Exxon Mobil Corp, Royal Dutch Shell Plc, BP Plc, Total SA y China Offshore Oil Corp (CNOOC).
Con los precios del petróleo cerca de un máximo de tres años, las empresas energéticas van saliendo de una recesión. Tienen más efectivo ahora que en los años previos, así que las condiciones son mejores que en las ocho subastas anteriores realizadas por México desde la reforma.
“Hay un alto nivel de interés”, dijo recientemente el subsecretario mexicano de Hidrocarburos, Aldo Flores, sobre la subasta. “Queremos buenas empresas, con capacidad de invertir y desarrollar el sector”.