Francisco colocó flores en una estatua de la Virgen María que resultó dañada en el terremoto.
El papa Francisco se puso un casco de seguridad el domingo para ingresar a una catedral dañada durante una visita al centro de Italia, donde dio aliento a personas que aún pasan apuros tres años después de ser golpeadas por terremotos devastadores.
El pontífice viajó al poblado de Camerino, el cual resultó tan dañado en 2016 que todavía no se permite el ingreso de la gente al centro, ya que continúan los trabajos para estabilizar las construcciones.
Antes de que ingresara a la catedral, al papa se le colocó un casco de seguridad de bombero. Dentro del templo estuvo rodeado por bomberos y clérigos, todos con cascos.
Francisco colocó flores en una estatua de la Virgen María que resultó dañada en el terremoto. Le faltan la cabeza y los brazos.