La Organización hace hincapié en la necesidad de elaborar estrategias para apoyar a los menores
La violencia, el hambre y la esperanza de un futuro mejor son factores importantes para las jóvenes que abandonan sus países de origen en busca de una vida lejos de conflictos y pobreza. Lo releva un nuevo estudio global de Save the Children, la organización internacional que lleva más de 100 años luchando por salvar a los niños en peligro y garantizarles un futuro, realizado en tres continentes.
El estudio, resumido en el informe Girls on the Move, enumera las principales motivaciones y resultados de la investigación que analiza la situación de las niñas y jóvenes de entre 7 y 23 años que emigran a Sudáfrica, Serbia, Grecia, Colombia, México y Bosnia y Herzegovina.
Violencia, la causa principal de emigración
Del informe emerge que la violencia doméstica y otras formas de violencia de género han sido a menudo el principal motor de muchas de las muchachas que dejaron Zambia y Mozambique para ir a Sudáfrica. La mayoría de las muchachas dijeron que querían un futuro mejor, a través de la educación o el trabajo. Para las jóvenes que emigraban del Medio Oriente a los Balcanes, el conflicto era la razón principal. Sin embargo, los riesgos de violencia de género también han impulsado la migración. Los matrimonios forzados, la violencia doméstica y la incapacidad de educar a sus hijas fueron factores que contribuyeron a la decisión de partir de las familias con hijas. Las jóvenes que dejaron Venezuela hacia Colombia dicen que ahora, en comparación con el pasado, pueden comer tres veces al día, mientras que en su país de origen el 28% de las niñas y mujeres embarazadas sufren de desnutrición aguda.
«Puse la condición a mi familia de que sólo iríamos donde pudiera conseguir un pasaporte y trabajar. Respetaron mi deseo», dice Nadene, de 18 años, de Afganistán, cuyo testimonio se recogió en Bosnia y Herzegovina.
Graves violaciones de derechos humanos
Las investigaciones realizadas en tres continentes diferentes muestran la situación de las jóvenes migrantes en sus países de origen, durante el viaje y, en algunos casos, cuando llegan a su destino final. Sus historias ponen de relieve graves violaciones de los derechos y una fuerte determinación de mejorar sus vidas.
«Independientemente de la situación en sus países de origen o durante sus viajes, las jóvenes que reciben una acogida adecuada en los países de destino, se casan, tienen hijos y consiguen alcanzar un nivel de educación más alto», afirma Filippo Ungaro, portavoz de Save the Children.
“Los derechos de los niños y las niñas, deben respetarse siempre, incluso cuando emigran”
«Las jóvenes migrantes están entre las más valientes del mundo, tienen el coraje de dejar el hogar y la familia en busca de protección, educación y comida. Sin embargo, también son particularmente vulnerables, expuestas a violaciones de sus derechos y a graves riesgos durante sus viajes. La perspectiva de una vida mejor en su nuevo país puede garantizarse mejor si las protegemos y les garantizamos un sistema de acogida adecuado», agregó Filippo Ungaro, asegurando que en este sentido “faltan investigaciones que nos ayuden a comprender su situación y lo que hay que hacer para protegerlas. Este estudio nos proporcionará conocimientos más profundos sobre cómo llegar a ellas y prestarles apoyo».
Save the Children apoya a las niñas migrantes en sus países de origen, en el camino y en los países de destino y con esta serie de investigaciones, quiso escuchar la voz de las jóvenes para fortalecer aún más el trabajo con las migrantes, adaptando sus propias intervenciones a las realidades y necesidades de las muchachas y escuchándolas, como sugieren las recomendaciones de los informes.
Necesario elaborar estrategias para apoyar a las menores
La Organización hace hincapié además en la necesidad de una inversión continua para comprender la condición de las chicas y tenerlo en cuenta a fin de ejecutar intervenciones y medidas de apoyo, en las sean centrales el análisis de género, la prevención y la respuesta a la violencia de género. Estas intervenciones deben elaborar estrategias para llegar a los diferentes grupos de niñas, en particular a las más vulnerables, como las madres solteras, las jóvenes con discapacidad o las muchachas pertenecientes a minorías étnicas. Muchas jóvenes que migran son o se convierten en madres durante sus viajes: necesitan atención sanitaria, pero también acceso a las mismas actividades que otros menores migrantes, afirma Save The Children subrayando que “la asistencia a la infancia es esencial para garantizar el acceso y la participación, facilitar espacios seguros reservados a las jóvenes y niñas para fortalecer su emancipación; apoyar las redes y las habilidades; apoyar la protección de las niñas migrantes indocumentadas y responsabilizar a las autoridades de la protección de sus derechos”.