Martín pasa las horas hablando con su familia, informándose sobre el nuevo virus, leyendo y viendo series. Calcula que tiene comida para una semana.
Como una pesadilla que ya lleva cuatro días. Así describe el mexicano Martín Enrique Gutiérrez su encierro en un hotel de la ciudad de Wuhan, China, por el brote de coronavirus 2019-nCoV.
“Para mí, la pesadilla empezó el jueves, al despertar, cuando nos enteramos que la ciudad había sido totalmente bloqueada, todos los medios de transporte cancelados y el aeropuerto y las estaciones de tren cerradas”, relata a Excélsior vía Wechat, la plataforma de mensajería más popular en China.
Martín, ingeniero mecánico de 28 años, llegó a China el 9 de enero, enviado por su empresa. No ha salido de su cuarto por temor a contagiarse, pero también porque entre un colega mexicano y él tienen sólo dos mascarillas.
“Los cubrebocas están escasos desde el miércoles. Tuvimos suerte de encontrar en una farmacia los últimos tres, del tipo N95, los que están recomendados, pero solamente tienen una duración de cinco horas. Ya utilizamos uno, nos quedan dos, son dos salidas para conseguir comida”, explica.
En su cuarto del hotel Citadines Zhuankou Wuhan, en el distrito de Haiyan, donde hay 50 extranjeros, Martín pasa las horas hablando con su familia, informándose sobre el nuevo virus, leyendo y viendo series. Calcula que tiene comida para una semana.
Por la ventana ve una ciudad fantasma. Sólo abre la puerta de su habitación para que personal del hotel le tome la temperatura, en la mañana y en la noche, una medida preventiva para descartar fiebre.
“Ningún vehículo que no sea por parte del gobierno o ambulancia puede circular por las calles”, dice.
En entrevista con Pascal Beltrán del Río, en Imagen Radio, comparte que él planeaba dejar China a finales de febrero.
Además, conoce a cinco mexicanos en Wuhan y una amiga que sí alcanzó a salir de la ciudad.
Pese a eso, Martín no pierde la esperanza. Ayer, representantes de la embajada de México en Pekín se comunicaron con él. Sin embargo, reitera su petición de ayuda: “Más que un mensaje al gobierno mexicano, yo quiero solicitar su apoyo para que nos puedan ayudar a salir de esta situación de riesgo.”