Uganda promulgó la ley «anti-homosexualidad», la cual, prevé duras penas para las relaciones homosexuales y la «promoción» de la homosexualidad.
El presidente ugandés, Yoweri Museveni, firmó la ley «anti-homosexualidad» a pesar de la indignación de numerosas ONG y las amenazas de los gobiernos occidentales.
La Presidencia ugandesa publicó un breve comunicado publicado en su cuenta oficial de Twitter:
«El presidente ha aprobado el proyecto de ley contra la homosexualidad 2023. Ahora se convierte en el Proyecto de Ley Anti-Homosexualidad 2023«, anunció.
La aprobación de este proyecto de ley en el Parlamento, el pasado 21 de marzo, provocó una protesta internacional, recoge un artículo de France24.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, denunció el proyecto de ley como «discriminatorio, probablemente el peor de este tipo en el mundo».
A finales de abril, el presidente Museveni pidió a los parlamentarios que «reexaminaran» el texto y precisaran que «ser homosexual» no era delito, sino solo las relaciones sexuales.
En una versión ligeramente modificada, aprobada por unanimidad menos un voto el 2 de mayo, los representantes electos incluyeron en el texto que «una persona de la que se presuma o sospeche que es homosexual, que no haya cometido un acto sexual con otra persona del mismo sexo, no comete el delito de homosexualidad».
«Homosexualidad agravada», castigada en Uganda con pena de muerte
En este país de África Oriental, donde la homosexualidad es ilegal, los «actos de homosexualidad» se castigan con cadena perpetua desde una ley que se remonta a la colonización británica.
Sin embargo, en la nueva versión del texto, en contra de la opinión del jefe de Estado, los parlamentarios mantuvieron una disposición que tipifica la «homosexualidad agravada» como delito capital, lo que significa que los reincidentes podrían ser condenados a muerte. La pena de muerte no se aplica en Uganda desde hace muchos años.
Una disposición sobre la «promoción» de la homosexualidad también preocupa a las organizaciones de defensa de los derechos de los homosexuales. Según el texto, cualquier persona -individuo u organización- que «promueva a sabiendas la homosexualidad» puede ser condenada a hasta 20 años de prisión. En el caso de una organización, la pena es de diez años de prohibición.
Esta nueva versión de la ley fue condenada por Amnistía Internacional. La ONG pidió al presidente Museveni que se opusiera a esta «ley despectiva (que) viola flagrantemente los derechos humanos de las personas LGBTIQ+ en Uganda«.
Tras la votación inicial del 21 de marzo, Estados Unidos, el Reino Unido y la UE condenaron el proyecto de ley. La Casa Blanca advirtió a Uganda de posibles «consecuencias» económicas.
En una resolución del 20 de abril, los eurodiputados deploraron «la contribución del Presidente Museveni a la retórica del odio hacia las personas LGBTIQ+».
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