Arnold es un ferviente activista y ambientalista que reiteradamente reprocha  a los líderes mundiales su falta de acción en la lucha contra la crisis climática.

La estrella de Hollywood y exgobernador de California, Arnold Schwarzenegger, asegura que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene algo en común con su personaje cyborg Terminator: ambos quieren «acabar con el progreso y el futuro».

«Es un Terminator», dijo el actor en una entrevista con EFE, esto en referencia al personaje que interpretó y que da nombre a la serie homónima de películas de ciencia ficción. Schwarzenegger, que actualmente se encuentra en Barcelona con motivo del campeonato de culturismo y fitness Arnold Classic Europe, es un ferviente activista y ambientalista, conocido por reprochar reiteradamente a los líderes mundiales, incluido Trump, su falta de acción en la lucha contra la crisis climática.

Esta semana el mandatario norteamericano anunció su intención de revocar el poder de California para establecer sus propios límites en cuanto a emisiones de gases contaminantes de sus vehículos. Esta medida, que ha sido calificada por algunos medios como una «declaración de guerra a California«, tiene como fin contener la producción de vehículos y hacerlos «considerablemente más seguros», según Washington.

Al coro de críticas que ha suscitado la nueva medida se ha sumado Schwarzenegger: «¡Lo que está haciendo es criminal! Se está deshaciendo de las regulaciones y leyes ambientales que fueron aprobadas por los presidentes anteriores».

De hecho, al establecer sus propias reglas sobre la contaminación de vehículos en 1996, California se convirtió en un estado-pionero en este tipo de política ‘verde’ y, según Schwarzenegger, sus «duras leyes medioambientales» son un «ejemplo de éxito» para todo el mundo.

El exgobernador del estado calificó de «sinsentido» el hecho de que las autoridades estadounidenses estén «politizando el problema [de la ecología] diciendo que es una cuestión de izquierdas o de derechas», mientras que, en realidad, las reglas medioambientales son perfectamente compatibles con el desarrollo económico.

El 1 de junio de 2017, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la retirada de su país del Acuerdo de París, ratificado por 195 países en la capital de Francia en diciembre de 2015, indignando tanto a la comunidad científica como a gran parte de la clase política mundial.

Según el mandatario, el documento trae consigo «desventajas» en «beneficio exclusivo de otros países» y genera «pérdidas de puestos de trabajo, sueldos bajos, el cierre de fábricas y una inmensa disminución de la producción económica».

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