El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha cruzado el Atlántico acompañado de su esposa Melania Trump para visitar a la familia real británica en el Castillo de Windsor. Una visita que, sin duda alguna ha resultado polémica desde el minuto uno, ya que las numerosas faltas de protocolo han marcado su encuentro con los reyes Carlos III y Camila. Patrycia Centeno, experta en protocolo, ha relatado punto por punto cuáles han sido las faltas que el líder republicano ha cometido.
«Las previsibles faltas de protocolo de Donald Trump en el Castillo de Windsor. Si ya sabéis cómo es, ¿para qué lo invitáis?», comienza con un toque de ironía el hilo de publicaciones que le ha dedicado al momento, que ha colgado en X.
Una visita marcada por las faltas de protocolo
Si por algo se caracterizan los británicos es por su puntualidad, ya lo dice la expresión «puntualidad británica», aunque parece ser que no es algo que siga a raja tabla Donald Trump. Tachándola de muy grave, esta ha sido la primera falta que la experta en protocolo ha querido señalar: «Está claro que el estadounidense desconoce la puntualidad británica. Hoy, el impresentable de Trump, ha llegado 21 minutos tarde. Aquí, Carlos mirando por la ventana si aparecía el helicóptero de su invitado».
Además, no se trata de un hecho aislado, sino que ya en otra ocasión, durante su cita en 2019 con la difunta reina Isabel II, apareció unos 10 minutos más tarde de la hora acordada, visita que también fue muy criticada por sus gestos considerados poco diplomáticos. «Estaba poco acostumbrada a la impuntualidad. La reina empezó a impacientarse, pero aguantó de pie a sus 92 años», recuerda Centeno.
Eso sí, el recibimiento oficial tampoco estuvo exento de faltas, ya que se pudo observar cómo Trump caminó delante de Carlos III durante la inspección a la Guardia Real. «A sabiendas de que el presidente se pasa el protocolo por el forro, Carlos III ha dejado que Trump se adelantara al pasar revista a las tropas. Pero luego le ha tenido que indicar que tirara. ¡Arre!», comenta.
Una norma clara: prohibido tocar
Ahora bien, sin duda alguna, las numerosas palmadas que Trump dio en la espalda del monarca es una de las faltas más graves, y que rápidamente ha circulado por redes sociales. A ellos les pertenece mayor espacio personal: majestades, altezas», destaca Patrycia Centeno. Y es que, aunque no se ha podido captar una reacción visible por parte del monarca, según el protocolo real se considera una falta muy grave de violación de la etiqueta real, ya que este cuenta con un espacio personal mayor.
Además, la experta ha recordado que la casa real británica no tiene permitido realizar muestras de cariño en público, como podría ser tomar la mano.
Con información de ElEconomista.es
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