El accidente habría sido causado por las 2.750 toneladas de nitrato de amonio acumuladas en un almacén con precarias condiciones de seguridad.

Más de cien personas han muerto y unas 4.000 han resultado heridas debido a las potentes explosiones registradas el martes por la tarde en la zona portuaria de Beirut, según ha informado este miércoles el secretario general de la Cruz Roja Libanesa, George Kettneh, citado por la prensa libanesa.

Entre las víctimas de las explosiones hay ciudadanos extranjeros, tal y como han ido confirmando algunos gobiernos. Filipinas, por ejemplo, ha indicado que dos de sus nacionales han fallecido y otros once están desaparecidos.

La Fuerza Provisional de Naciones Unidas para Líbano (FINUL) ha comunicado que «la enorme explosión» ha causado daños a uno de sus barcos anclados en el puerto y ha agregado que varios ‘cascos azules’ han resultado heridos, algunos de gravedad, y han sido trasladados a hospitales cercanos.

La Cruz Roja libanesa ha advertido de que el número de víctimas mortales podría seguir aumentando. Las autoridades libanesas han indicado que los servicios de emergencias aún buscan a unos cien desaparecidos entre los escombros.

Los trabajos de búsqueda y rescate de supervivientes han continuado a lo largo de la madrugada del miércoles pero con mayor lentitud debido a los continuos cortes de electricidad ocasionados por las explosiones.

Los vídeos que circulan en redes sociales muestran una fuerte explosión que dio lugar a una gran columna de humo, tras lo cual se produjo una segunda deflagración de mayor potencia. Las sacudidas pudieron sentirse en las vecinas ciudades de Tiro y Sidón e incluso en Chipre, a 240 kilómetros.

SIN CAUSA CONFIRMADA

Las causas de las explosiones aún se desconocen, si bien los medios locales han informado de que se produjeron en una zona donde hay almacenes con explosivos. En estos momentos, la principal hipótesis es que las 2.750 toneladas de nitrato de amonio acumuladas en uno de estos almacenes ardieron por las precarias condiciones de seguridad en el lugar.

El director de Seguridad Nacional, Abbas Ibrahim, ha explicado que en el puerto se guardan los explosivos incautados por las autoridades portuarias de Beirut desde hace años, aunque ha insistido en esperar a las conclusiones de la investigación antes de adelantar causas.

A este respecto, el gobernador de Beirut, Marwan Abboud, ha revelado este miércoles en MTV que había un informe de 2014 que alertaba sobre la posibilidad de que se produjera un accidente de este tipo en el puerto.

El primer ministro, Hasán Diab, que el martes sugirió que podría tratarse de una acción deliberada al decir que los responsables «pagarán el precio», ha venido a confirmar este miércoles la hipótesis del accidente.

«Es inaceptable que un cargamento de amonio estimado en 2.750 toneladas esté seis años en un almacén sin medidas preventivas de ningún tipo», ha denunciado tras la reunión de Gobierno, reclamando «las mayores penas» para los responsables.

El presidente libanés, Michel Aoun, ha anunciado la creación de una comisión de investigación que deberá entregar sus conclusiones en cinco días, así como de una célula de crisis para abordar las repercusiones de lo sucedido.

MÁS DE 200.000 PERSONAS SIN HOGAR

Tanto el puerto como los barrios cercanos han quedado devastados. Las imágenes publicadas por la prensa libanesa muestran un enorme agujero en el lugar de las explosiones, mientras que los edificios aledaños han quedados destrozados. El Palacio de Baabda, sede de la Presidencia, también ha sufrido daños.

El gobernador de Beirut ha contado que más de 200.000 se han quedado sin hogar a causa de las explosiones. Según él, las autoridades locales trabajan para proporcionarles agua, comida y refugio. Además, ha valorado los daños materiales entre 3.000 y 5.000 millones de dólares, «quizá más».

Las fuerzas de seguridad han tenido que acordonar la ‘zona cero’ para evitar que las familias se acerquen a buscar desparecidos, que los residentes vuelvan a sus casas y para impedir saqueos. Aún ha visitado este miércoles al lugar para constatar los daños de primera mano.

El ministro de Sanidad, Hamad Hasán, ha descrito la situación como «una catástrofe en todo el sentido de la palabra», admitiendo que muchos heridos aún no han podido recibir atención médica porque los servicios sanitarios están desbordados tanto en Beirut como en sus alrededores, a donde se ha empezado a trasladar a algunas víctimas.

El jefe de la Orden de Médicos de Líbano, Sharaf Abu Sharaf, ha confirmado que los hospitales de Beirut están al máximo de su capacidad, por lo que ha reclamado un plan de emergencia.

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