El presidente Joe Biden ha exhortado al Congreso a aprobar una ley que proteja el derecho de las mujeres de decidir, pero los demócratas no tienen suficientes votos
El Senado votará el miércoles para consagrar como ley el derecho de las mujeres de decidir si abortan o no, pero la medida casi seguramente fracasará en medio de polarización política del país y ante las limitaciones de la rama legislativa.
Será probablemente el primero de muchos intentos por sentar en ley la decisión Roe vs. Wade de 1973, en que la Corte Suprema declaró que las mujeres tienen el derecho a decidir sobre su embarazo. Es muy probable que esa decisión quede anulada en pocas semanas, especialmente luego que en días recientes se filtró a la prensa un documento según el cual el tribunal ya tomó esa decisión.
El presidente Joe Biden ha exhortado al Congreso, controlado por los demócratas, a aprobar una ley que proteja el derecho de las mujeres de decidir. Pero los demócratas no tienen suficientes votos para superar la táctica obstruccionista de los republicanos.
“Todos nosotros tendremos que responder por la manera en que votemos hoy, por el resto de nuestras vidas públicas”, declaró el líder de la mayoría demócrata en la cámara alta, Chuck Schumer.
El Congreso ha debatido durante años sobre la política hacia el aborto, pero la votación del miércoles, en torno a una propuesta ya aprobada por la Cámara de Representantes, cobra inusitada urgencia dada la filtración del documento de la Corte Suprema.
Cualquiera que sea la decisión de la Corte Suprema, repercutirá seguramente a lo largo y ancho del país y en la campaña electoral con miras a los comicios legislativos de noviembre, que decidirán el control de la rama legislativa.
Uno por uno, los senadores demócratas pronunciaron discursos en el pleno del Senado afirmando que la desaparición del derecho al aborto perjudicará no solo a las mujeres, sino a todos los ciudadanos que estén planificando su futuro familiar.
La senadora demócrata Catherine Cortez Masto señaló que la mayoría de las mujeres del país solo conocen un mundo con el derecho al aborto garantizado, pero que podrían enfrentar un futuro con menos derechos de los que tenían sus madres o abuelas.
“Eso significa que las mujeres no tendrán el mismo control sobre sus cuerpos del que tienen los hombres, y eso está mal”, declaró senadora poco antes de la votación.