Buena parte de Europa parecía haber dejado atrás lo peor de la crisis, al menos por ahora, pero Serbia es un motivo de preocupación.

Serbia valoraba el jueves cómo frenar el aumento de los contagios de coronavirus, tras dos noches de violencia de manifestantes contrarios a las cuarentenas y mientras el virus seguía avanzando en los países con más casos: Estados Unidos, India y Brasil.

Esos tres países suponían más del 60% de los casos nuevos, según conteos recientes de la Universidad Johns Hopkins. India reportó el jueves 25.000 casos nuevos. Estados Unidos registró casi 59.000 el miércoles, algo menos que el récord de 60.000 del día anterior, mientras el presidente, Donald Trump, insistía en reabrir las escuelas en otoño. Brasil notificó casi 45.000 casos nuevos.

Buena parte de Europa parecía haber dejado atrás lo peor de la crisis, al menos por ahora. Pero Serbia se ha convertido en un nuevo motivo de preocupación y de inestabilidad. Se esperaba que el comité de crisis del país prohibiera el jueves las aglomeraciones en la capital, Belgrado, y limitara la actividad de cafeterías y clubes nocturnos tras un auge de las infecciones, que según las autoridades amenaza al sistema de salud.

No estaba claro que las autoridades fueran a reinstaurar el toque de queda de los fines de semana, el anuncio que desencadenó las violentas protestas en Belgrado y otras tres ciudades. Las voces críticas acusan al presidente, Aleksandar Vucic, de dejar que la crisis se saliera de control al levantar las restricciones para celebrar unas elecciones el 21 de junio que le reafirmaron en el poder.

Manifestantes que arrojaban piedras chocaron durante horas el martes y el miércoles con las fuerzas especiales de la policía, que emplearon gas lacrimógeno para dispersarlos. Vucic dijo en un mensaje en Instagram el jueves que el gobierno sofocaría los disturbios.

Los brotes del virus están causando preocupación en varios lugares del mundo, y en ocasiones están suponiendo la reintroducción de duras medidas.

En Australia, que tuvo éxito conteniendo el brote en un principio, las autoridades informaron el jueves de 179 casos nuevos, la mayoría en Melbourne, donde las autoridades combatían un rebrote y han impuesto una nueva cuarentena de seis semanas.

El responsable de Salud de Victoria, Brett Sutton, dijo que seis casos nuevos procedían de una escuela secundaria de Melbourne que se ha convertido en el mayor foco de infección conocido del estado, con 113 infectados. Más de 2.000 estudiantes y cientos de empleados están en cuarentena.

Tokio confirmó más de 220 casos nuevos el jueves, superando el récord de aumentos diarios que había fijado a mediados de abril y despertando el temor a que aumenten los contagios. Los más de 7.000 casos en Tokio suponen un tercio del total de Japón.

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