Rusia tachó de «hipócritas» las acusaciones de Washington sobre supuestos «riesgos» para los astronautas en la Estación Espacial Internacional.
El Ministerio de Defensa de Rusia comunicó que este lunes llevó a cabo «con éxito» una prueba que tuvo como resultado el derribo del satélite soviético ‘Tselina-D’, ya inoperativo pero que estuvo en órbita desde 1982.
Previamente, el Departamento de Estado de EE.UU. señaló que Rusia probó el 15 de noviembre un misil antisatélite contra uno de sus propios satélites en una prueba que generó más de 1.500 piezas de «escombros orbitales rastreables» que obligaron a la tripulación de la EEI a refugiarse temporalmente. El portavoz del organismo, Ned Price, tachó el comportamiento de Rusia de «peligroso e irresponsable» y dijo que Moscú supuestamente «pone en peligro la sostenibilidad a largo plazo» del espacio exterior.
No obstante, desde Moscú destacaron que los fragmentos formados tras el derribo del aparato no suponen una amenaza para la Estación Espacial Internacional o los satélites.
«EE.UU. sabe con certeza que los fragmentos resultantes, en términos de tiempo de prueba y parámetros orbitales, no representaron ni representarán una amenaza para las estaciones orbitales, los aparatos espaciales y las actividades espaciales», declaró el Ministerio de Defensa ruso.
El organismo precisó que los «fragmentos se incluyeron en el catálogo principal del sistema de control espacial nacional e inmediatamente fueron acompañados hasta que dejaran de existir» y recordó que pruebas similares en el espacio exterior fueron realizadas por EE.UU., China y la India.
«De verdad probamos con éxito un sistema prometedor. Derribó el viejo satélite con gran precisión. Los fragmentos formados no representan ninguna amenaza para la actividad espacial», confirmó el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú.
Rusia tacha de «hipócritas» las acusaciones de EE.UU.
Además, desde el Ministerio de Defensa de Rusia tacharon de «hipócritas» las acusaciones de Washington de que Moscú crea supuestos «riesgos» para los astronautas en la Estación Espacial Internacional.
«Durante varios años, Rusia ha estado pidiendo a EE.UU. y otras potencias espaciales que firmen un acuerdo sobre la prevención del despliegue de armas en el espacio. […] Sin embargo, EE.UU. y sus aliados están bloqueando su adopción», comunicaron los militares rusos.
El ministerio recordó que Washington creó el Comando Espacial en 2020 y adoptó oficialmente una nueva estrategia espacial, cuyo objetivo es «crear una ventaja militar integral en el espacio». «A su vez, el Pentágono, antes de estos pasos oficiales, y más aún después, está desarrollando activamente y está probando en órbita, sin notificar a nadie, las últimas armas de ataque y combate de varios tipos, incluidas las últimas modificaciones de la nave espacial no tripulada X-37», agregó.
En este contexto, el Ministerio de Defensa de Rusia «está llevando a cabo actividades planificadas para fortalecer la capacidad de defensa, excluyendo la posibilidad de daños repentinos a la seguridad del país en el sector espacial y en el terreno por los activos espaciales extranjeros existentes y futuros».
Las acusaciones de Washington además fueron comentadas por el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, que también las calificó de «hipócritas». «Sostener que la Federación de Rusia crea riesgos para el uso pacífico del espacio es al menos una hipocresía, […] no presentan ninguna prueba», declaró.
A su vez, la agencia espacial rusa Roscosmos subrayó respecto al tema que «la tripulación de la Estación Espacial Internacional realiza trabajos regularmente de acuerdo con el programa de vuelo». «Los parámetros orbitales de la estación se encuentran en la denominada zona verde», aseguró.