Entre el 22 y el 28 de diciembre, un promedio de 378 menores de 17 años o menos fueron hospitalizados a diario con coronavirus

El repunte de casos de COVID-19 en Estados Unidos por la variante ómicron está enviando a los niños a los hospitales en cifras récord, y los expertos lamentan que la mayoría de los menores no están vacunados.

“Es tan desgarrador”, declaró el doctor Paul Offit, experto en enfermedades infecciosas del Hospital Infantil de Filadelfia. “Fue muy duro el año pasado, pero ahora uno sabe que tiene una manera de prevenir todo esto”.

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Entre el 22 y el 28 de diciembre, un promedio de 378 menores de 17 años o menos fueron hospitalizados a diario con coronavirus, un incremento de 66% con respecto a la semana anterior, según reportaron el jueves los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés).

El punto máximo anterior registrado en el transcurso de la pandemia fue en septiembre, cuando las hospitalizaciones de niños promediaron 342 al día, señalaron los CDC.

En un aspecto más esperanzador, los niños siguen representando un pequeño porcentaje de las personas que están siendo hospitalizadas con COVID-19: Un promedio de casi 10.200 personas de todas las edades fueron admitidas por día durante la misma semana de diciembre. Y muchos doctores dicen que los pequeños se ven menos enfermos que aquellos que llegaron durante el repunte impulsado por la variante delta en el verano.

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Dos meses después que se autorizó el uso de la vacuna contra el COVID-19 en niños de 5 a 11 años, aproximadamente el 14% están completamente protegidos, según datos de los CDC. La tasa es más alta entre los menores de 12 a 17 años, de un 53%.

“Tienen problemas para respirar, tosen y tosen”, comentó Offit. “Un puñado de ellos fue enviado a la unidad de terapia intensiva para que los sedaran. Les ponemos un dispositivo en la garganta que está conectado a un respirador, y los padres de familia están llorando”.

Ninguno de los padres o hermanos estaba vacunado, indicó.

En conjunto, los casos nuevos de COVID-19 entre los estadounidenses de todas las edades se han disparado a niveles sin precedentes: Un promedio de 300.000 por día, o 2 veces y media la cifra de hace apenas dos semanas. La ómicron representó el 59% de los casos nuevos la semana pasada, según los CDC.

Sin embargo, hay indicios de que la ómicron, a pesar de ser altamente contagiosa, causa una enfermedad menos severa que las variantes previas, y que la combinación de vacunas y el refuerzo al parecer protegen a la gente de los peores efectos de esta variante.

F. AP