Se responsabilizó en primer lugar a la operadora de seguridad que se hallaba tras el volante aquel día por su «falla para monitorear».
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de EE.UU. (NTSB, por sus siglas en inglés) determinó las causas probables del atropello mortal en que un automóvil autónomo de Uber acabó con la vida de una mujer de 49 años en Tempe (Arizona) en marzo de 2018, en lo que es el primer caso conocido de muerte de un peatón por un vehículo de este tipo.
Luego de una reunión el pasado 19 de noviembre, el organismo responsabilizó en primer lugar a la operadora de seguridad que se hallaba tras el volante aquel día por su «falla para monitorear» el «ambiente de manejo y el funcionamiento del sistema de conducción», ya que estuvo «distraída» mirando su teléfono durante todo el trayecto.
La NTSB ha señalado que al fatídico desenlace también contribuyó la «inadecuada cultura de seguridad» de Uber, que llevó a la empresa a una evaluación inadecuada de los «riesgos de seguridad» y a una supervisión «ineficaz» de sus operadores de respaldo, susceptibles a distraerse y depender demasiado de las tecnologías del vehículo. En marzo pasado, los fiscales de Arizona desestimaron que la compañía de transporte tuviera responsabilidad penal por este deceso. Sin embargo, la Policía aseguró que el atropello fue «completamente evitable».
«La colisión fue el último eslabón de una larga cadena de acciones y decisiones tomadas por una organización que, desafortunadamente, no hizo de la seguridad su máxima prioridad», afirmó el presidente de la NTSB, Robert Sumwait.
En su resumen ejecutivo, la junta también citó la imprudencia de la víctima, Elaine Herzberg, quien caminaba por una zona oscura y fue arrollada cuando cruzó la calle por una parte sin paso peatonal. Asimismo, subrayó la «insuficiente» supervisión del Departamento de Transporte de Arizona para con las pruebas de coches autónomos.
Finalmente, la NTSB recomendó a la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico de Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés) a «revisar los planes de autoevaluación de seguridad» de las entidades que deseen probar sus sistemas de conducción automatizados en vías públicas para asegurarse de que incluyan las «garantías» adecuadas.
Al respecto, la NHTSA acogió las sugerencias e hizo hincapié en la importancia de escoger «operadores atentos en todo momento», recoge la agencia Reuters.