La idea es visibilizar la realidad de las personas travestis y trans en la Argentina y en Latinoamérica”, dijo su fundador
Decenas de personas trans asisten diariamente a un colegio secundario de Buenos Aires, el primero con perspectiva de género del mundo, según su fundador, con la esperanza de formarse y tener un futuro mejor a partir de la educación.
Un grupo de los 150 estudiantes que asisten al “Bachillerato Trans Mocha Celis” filmó un documental para contar la experiencia en esta escuela pública, abierta para personas transgénero, travestis y transexuales, pero también para todo aquel que se sienta expulsado del sistema tradicional, como madres solteras, afrodescendientes o inmigrantes.
La película, que cuenta en primera persona cómo este colegio que entrega un título oficial modifica la vida de quienes acuden a él, se estrenó el jueves por la noche en el cine Gaumont de la capital argentina y competirá en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, México, de este año.
“La idea es visibilizar la realidad de las personas travestis y trans en la Argentina y en Latinoamérica”, dijo a Reuters en una entrevista telefónica Francisco Quiñones Cuartas, un argentino que fundó la escuela en 2011 y dirigió el documental junto a Rayan Hindi, un periodista franco-libanés.
“Es el primer bachillerato del mundo reconocido por el Estado que tiene perspectiva de género, diversidad cultural y diversidad sexual. Una de las acepciones de la palabra trans es más allá de, entonces es más allá de nuestra orientación sexual, más allá de nuestra identidad de género, más allá de nuestro estrato social, todos tenemos derecho a la educación”, agregó.
Aunque no hay estadísticas oficiales, el documental sostiene que el promedio de vida de una persona trans en Argentina y el resto de América Latina es de 35 años por la violencia que sufren y la falta de acceso a la salud, entre otros factores. Quiñones Cuartas considera que mediante el conocimiento de sus derechos y la educación, ese horizonte puede extenderse.
“La falta de derechos básicos hace que el promedio de vida baje a ese número (…) Es importante que se pueda expandir este proyecto y que hayan políticas públicas integrales. Esto quiere decir, becas para estudiantes trans, soluciones respecto al acceso a la vivienda, al trabajo, a la salud, cosas que puedan ir revirtiendo ese promedio de vida de 35 años”, contó.
“Los cambios que vemos en las compañeras son muy profundos, pero no dejan de ser cambios particulares”, agregó. La educación en Argentina es pública, gratuita y laica. En Mocha Celis le suman la perspectiva de género y la diversidad cultural.
Desde 2012 rige en el país sudamericano la ley de identidad de género, que permite que las personas trans puedan ser inscriptas en sus documentos personales con el nombre y el género de elección, además de ordenar que todos los tratamientos médicos de adecuación a la expresión de género sean incluidos en el Programa Médica Obligatorio.