Sumidos en la Guerra Fría la Unión Soviética y los Estados Unidos se enfrentaron en una carrera armamentista pero también en una especial.
El cielo era el límite y ambos bandos apostaban por llevar a uno de los suyos al satélite natural de la Tierra.
Con la muerte de Neil Armstrong, el primer hombre en pisar la Luna, sería bueno recordar cuál fue el costo del programa Apolo, el cual llevó a Estados Unidos a ganar la carrera espacial.
Cuando en 1961 el Presidente Kennedy comunicó a la población estadounidense su intención de poner a un hombre en la luna se estimó que el costo del programa rondaría los 7 mil millones de dólares.
Sin embargo el costo era inusualmente bajo, por lo que se sobreestimó, situándose en 20 mil millones de dólares, aproximadamente 153 mil millones de dólares actuales o poco más del 3.5% del PIB de Estados Unidos en el año del anuncio.
Los costos alcanzarían los 23.9 mil millones de dólares, de acuerdo a un reporte de la NASA, desglozándose de la siguiente manera (en dólares de 1969):
– Nave espacial Apolo: 7,945 millones
– Vehículo Saturno I: 767 millones
– Vehículo Saturno V: 6,871 millones
– Desarrollo de los vehículos: 854 millones
– Apoyo a la misión: 1,423 millones
– Seguimiento y adquisición de datos: 664 millones
– Instalaciones: 1,830 millones
– Operación de las instalaciones: 2,421 millones
Durante los años que el proyecto estuvo en funcionamiento, el costo de operarlo alcanzó alrededor del 60% del presupuesto de la NASA.
Al finalizar el programa Apolo se habían construído 15 cohetes Saturno V, 16 módulos de mando, 12 módulos lunares, y se había conseguido poner al hombre en la luna seis veces.
De acuerdo a un reporte del Congreso, elaborado en 2004, llamado «Un análisis presupuestario de la nueva visión de la NASA del espacio», se estimó el costo del programa Apolo en 20.4 mil millones de dólares de aquel entonces o 114.5 mil millones de dólares actuales. Esto pondría el costo de cada alunizaje en 19 mil millones de dólares.