La conversación fue organizada por la Iniciativa Spotlight, un programa conjunto de la ONU y la Unión Europea (UE)
Ya sea en el hogar, en el trabajo, en la calle o incluso en internet, las mujeres y las niñas de todo el mundo siguen siendo muy vulnerables a la violencia de género, algo que la pandemia del COVID-19 no ha hecho más que magnificar, afirmaron el jueves seis altas dirigentes mujeres de la ONU.
Las altas funcionarias, entre las que se encontraban la vicesecretaria general, Amina Mohammed, y las directoras de los principales organismos de la ONU, examinaron las formas de acabar con esta «emergencia invisible» en una mesa redonda celebrada en la sede de la ONU en Nueva York.
La conversación fue organizada por la Iniciativa Spotlight, un programa conjunto de la ONU y la Unión Europea (UE) que trabaja para erradicar la violencia contra las mujeres y las niñas.
La moderadora Melissa Fleming, responsable del Departamento de Comunicación Global (DGC), les preguntó sobre el impacto de la violencia contra las mujeres en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
«En esencia, lo que hace es poner en peligro todos los objetivos», explicó Mohammed. «Porque tan solo con que el 50% de la humanidad no tenga asegurado esto—ya sea acabar con la pobreza, el acceso a la educación o a un trabajo decente —, todo está en peligro».
No es tan invisible
La violencia de género impregna todos los aspectos de la vida, ya sean públicos o privados, afirmó Reem Alsalem, experta independiente en derechos humanos de la ONU. Además, comienza pronto, en la infancia, y representa un «continuo» de violencia.
«Es un poco como la crisis climática. Las pruebas están ahí. Podemos verlo, podemos ver las consecuencias».
El debate sirvió de colofón a los 16 Días de Activismo contra la Violencia hacia las Mujeres, una campaña mundial anual que transcurre entre el 25 de noviembre y el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos.
Según Natalia Kanem, directora ejecutiva del Fondo de Población de las Naciones Unidas, la violencia de género se incrementó drásticamente en todo el mundo, aunque no tengamos estadísticas suficientes.
Miedo a hablar
Esta cuestión fue planteada por Henrietta Fore, directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), que habló de los riesgos a los que se enfrentan las jóvenes y adolescentes en internet, como el grooming (ciberengaño pederasta) y el sexting (envío de mensajes de texto o imágenes de contenido sexual explícito), que pueden dañar su salud mental.
La ONU ha calificado de «pandemia en la sombra» el aumento de la violencia de género que se ha propagado con el COVID-19. A pesar del aumento de los incidentes, las mujeres siguen siendo reacias a hablar de los abusos que han sufrido.
Una encuesta de ONU Mujeres realizada a 16.000 mujeres en trece países reveló que, aunque una de cada dos dijo que ella misma, o una mujer que conocía, había sido víctima de algún tipo de violencia desde el inicio de la pandemia, sólo una de cada diez denunció el asunto a la policía.
Además, los datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito revelaron que el pasado año 47.000 mujeres y niñas fueron asesinadas a manos de sus parejas o familiares.
Para Sima Bahous, la recién nombrada directora ejecutiva de ONU Mujeres, el bajo nivel de confianza de las mujeres en las instituciones que se supone que deben protegerlas, era preocupante. Teme que las mujeres estén siendo víctimas por partida doble.
«Primero, sufren la violencia. Luego experimentan la falta de servicios de apoyo y de justicia cuando los buscan. Y, muchas veces, cuando denuncian, y tienen acceso a estos servicios, los agresores rara vez son llevados ante la justicia», lamentó.