Se llevarán a cabo test de la covid-19 en los centros, para lo que los estudiantes deberán contar con un formulario de consentimiento.
En un giro sorpresivo, el alcalde de Nueva York, el demócrata Bill de Blasio, ha anunciado este domingo en conferencia de prensa la reapertura de las escuelas públicas de la ciudad, que habían sido cerradas el pasado 19 de noviembre al alcanzar la Gran Manzana el 3% de positividad. En un escueto mensaje en la red social Twitter, la alcaldía ha informado de que la reapertura será gradual, a partir del 7 de diciembre para los niveles comprendidos entre preescolar y quinto curso de primaria, y el 10 de diciembre para los estudiantes con necesidades especiales. Los alumnos de cursos superiores seguirán como hasta ahora, con clases en remoto. El comunicado explica también que se llevarán a cabo test de la covid-19 en los centros, para lo que los estudiantes deberán contar con un formulario de consentimiento.
“Es un nuevo enfoque, porque ahora tenemos muchas pruebas de cuán seguras pueden ser las escuelas”, ha explicado De Blasio a los periodistas en la rueda de prensa, señalando que el índice de referencia del 3% de positividad se ha descartado como baremo para los colegios.
Las escuelas públicas de la ciudad, que conforman la mayor red educativa del país, habían sido cerradas por segunda vez tras la primera oleada, en primavera, cuando llevaban poco más de ocho semanas reabiertas, pese a que la tasa de transmisión en los centros no resulta significativa según los expertos. Pero el 3% de positividad registrado a mediados de noviembre en las pruebas del coronavirus animó al alcalde a pactar con los sindicatos de enseñanza el cierre cautelar de los centros, en contra de la opinión del gobernador del Estado, el también demócrata Andrew M. Cuomo, partidario de mantener abiertas las aulas.
Tras recibir duras críticas por enviar a los alumnos a casa mientras se mantenían abiertos comercios, restaurantes o gimnasios -aunque con horarios reducidos-, el Ayuntamiento neoyorquino ha dado marcha atrás y presentado el nuevo plan de reapertura. De Blasio dijo sentirse “muy mal por los niños y los padres” cuando decidió hace dos semanas cerrar otra vez los centros, pero que el Ayuntamiento consideraba que tenía que cumplir con sus compromisos, unas medidas que había negociado durante mucho tiempo con los sindicatos de maestros después de que éstos amenazasen con hacer huelga, y que ya estaban previstas desde el verano. Según el alcalde, el modelo presencial será el que se mantenga hasta que esté disponible una vacuna contra la covid-19.
El Ayuntamiento calcula que hasta unos 335.000 estudiantes pueden volver a las escuelas, algo menos de un tercio del total de los que estaban inscritos el año pasado en el sistema público de la ciudad, uno de los pocos entre las grandes ciudades del país que habían apostado por la enseñanza presencial.
El plan de reapertura requerirá que los estudiantes que vuelvan a las aulas se sometan semanalmente a pruebas del coronavirus y, a diferencia de lo que ocurría hasta ahora con el vigente modelo híbrido, permitirá que los niños vayan al colegio los cinco días de la semana. La nueva decisión de la alcaldía neoyorquina supone en la práctica la desaparición de ese modelo híbrido, en el que los alumnos acudían al centro dos o tres días por semana y el resto seguían las lecciones por videoconferencia, en un intento de reducir el número de personas presentes en los edificios.
Estados Unidos ha superado este domingo la cifra de 265.000 fallecidos por la covid-19 y suma más de 13 millones de contagiados. El anuncio de Nueva York contrasta con el confinamiento decretado en la ciudad de Los Ángeles, donde a partir de este lunes cerrarán incluso las terrazas de bares y restaurantes. Las autoridades sanitarias contemplan con temor la posibilidad de un repunte de casos en los próximos días tras las fiestas de Acción de Gracias, con récords de un millón de pasajeros diarios en los aeropuertos durante toda la semana, en el mayor movimiento registrado desde que empezó la pandemia en marzo.