El presidente francés, Emmanuel Macron, hizo su primera declaración este jueves, 5 de diciembre, tras la caída del Gobierno de Michel Barnier en una moción de censura impulsada por la izquierda y apoyada también ampliamente por la extrema derecha.
Fue el mismo primer ministro el que propició este escenario al utilizar el artículo 49.3 de la Constitución francesa para forzar la aprobación de los presupuestos de la seguridad social sin la votación del Parlamento.
En una alocución televisada, el mandatario francés aseguró este jueves que “en los próximos días” anunciará a un nuevo primer ministro, uno que sucederá a Barnier, quien se convirtió en el primer ministro más efímero del país.
Macron le agradeció a Barnier por su “trabajo”, “dedicación” y su «pugnacidad”. Más temprano este jueves, el presidente francés le pidió al primer ministro y a su Gobierno permanecer en sus cargos de forma interina, al menos hasta que se conozca el nombre de su sucesor, informó el Elíseo en un comunicado.
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La caída de Barnier no solo afecta a su carrera como político, sino que influye en el mandato de Macron y su futuro. Por ello, uno de los grandes interrogantes hasta antes de su declaración del jueves era si continuaría o no en su cargo como jefe de Estado ante los pedidos de renuncia.
Al respecto, Macron dejó claro que su periodo presidencial “es un mandato de cinco años” y que lo ejercerá “plenamente hasta su final”; una respuesta a las fuerzas de la oposición y a los sectores de la izquierda que exigen su renuncia.
En cuanto a la moción de censura que dejó al país en este inestable escenario, la primera con éxito en Francia desde 1962, Macron aseguró que quienes la presentaron no lo hicieron “para hacer, sino para deshacer, para crear el desorden”. Adicionalmente, el presidente francés culpó al “cinismo” de “la extrema izquierda y la extrema derecha” por promover esta iniciativa, refiriéndose a ellos como el “frente antirrepublicano”.
«La Agrupación Nacional (extrema derecha) ha elegido el desorden, que es el único proyecto que lo une a la extrema izquierda, esto con la complicidad del resto del Nuevo Frente Popular (izquierda)», aseguró Macron. El mandatario francés añadió que nunca asumirá la irresponsabilidad “de los parlamentarios que optaron por hacer caer el presupuesto y el Gobierno de Francia.
Del mismo modo, en su declaración televisada, Macron les dijo a los ciudadanos franceses que los responsables de esta moción de censura “no piensan en los franceses, sino en la elección presidencial de 2027”. Recordó también que el éxito de esta medida «ha dejado a Francia sin presupuestos a pocos días para las fiestas de Navidad«.
Sobre este punto, el jefe de Estado francés explicó que el nuevo Gobierno deberá aprobar una ley transitoria para prorrogar los presupuestos de 2024, para que así no se interrumpa la actividad del Estado.
Macron instó a los franceses a la unidad y señaló que “desde hoy debe comenzar una nueva época” en la que “todos» deben «trabajar por Francia”.
“Disponemos de treinta meses para que el Gobierno actúe para que Francia sea un país más fuerte y más justo», declaró el presidente en su llamado a “reconstruir la nación”.
La crisis política tiene lugar en un momento en el que la Asamblea Nacional francesa parece estar más dividida que nunca y, por consiguiente, llegar a acuerdos será la tarea más difícil para el próximo premier.
Se espera que Macron nombre al sucesor de Barnier antes de este sábado, 7 de diciembre.
“Es el final del mandato del presidente”
Sobre la intervención de este jueves de Macron, desde París y en diálogo con France 24, el analista político Pascal Drouhaud, señala que el presidente francés quiso aparecer “como la personalidad política que está por encima de la crisis que está atravesando el país”.
“A la vez, la situación política, el juego puramente político en la Asamblea Nacional está muy tenso, muy vivo, y realmente es el final del mandato del presidente, es el sistema parlamentario hoy en día que está puesto en tela de juicio”, explicó Drouhaud.
En cuanto a la fragmentación que enfrenta Francia hoy en día -propiciada por la división entre los diferentes sectores y partidos políticos, el analista indica que Barnier “pensó que él mismo, por su figura, podría crear la síntesis, crear un bloque suficientemente largo y amplio para pasar por encima de estas divisiones de partidos, divisiones políticas que de verdad no pueden ser sobrepasadas”.
Drouhaud apunta a que, respecto al nombramiento del nuevo primer ministro, “finalmente poco importa hoy en día quién va a ser el primer ministro o la primera ministra, porque lo que cuenta es la base de la coalición de la que dispondrá en el Parlamento, en la Asamblea Nacional”.
Lo anterior, reflejando el escenario al que se enfrentó Barnier: extremos del espectro político muy marcados que, sin importar la procedencia del premier, no respaldaron su Gobierno ni sus proyectos.
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