Las quejas sobre escasez de alimentos comenzaron después de que Shanghái cerrara partes de la ciudad el 28 de marzo por la estrategia «cero Covid».
Los residentes de Shanghái están pasando apuros para conseguir carne, arroz y otros víveres en el marco de los controles anticoronavirus que mantienen confinados en sus casas a la mayoría de sus 25 millones de habitantes, lo cual aviva la frustración mientras el gobierno trata de contener un brote del virus.
Las personas en la capital comercial de China se quejan de que las tiendas de comestibles en línea se quedan a menudo sin mercancía. Algunas recibieron raciones del gobierno con carne y verduras durante unos días, pero sin saber cuándo se les permitirá salir, la ansiedad aumenta.
Zhang Yu, de 33 años, dijo que los ocho miembros de su familia comen tres comidas al día, pero han reducido el consumo de fideos para el almuerzo. No recibieron suministros del gobierno.
Las quejas ponen en vergüenza al gobernante Partido Comunista durante un año políticamente delicado, en el que se espera que el presidente Xi Jinping intente romper con la tradición y consiga un tercer mandato de cinco años como mandatario.
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Shanghái pone de relieve el elevado costo humano y económico de la estrategia “cero COVID” de China, que busca aislar a todas las personas infectadas.
El gobierno reportó el jueves 23.107 casos nuevos en todo el país, de los cuales todos menos 1.323 no presentaban síntomas. Eso incluyó a 19.989 en Shanghái, donde solamente 329 tenían síntomas.
Las quejas sobre escasez de alimentos comenzaron después de que Shanghái cerrara partes de la ciudad el 28 de marzo.
Los planes requerían cierres de distritos durante cuatro días mientras se examinaba a sus residentes. Eso cambió a un encierro indefinido en toda la ciudad, después de que se disparara el número de casos. Los compradores vaciaron los estantes de los supermercados.
Las autoridades dicen que Shanghái, sede del puerto más activo del mundo y de la principal bolsa de valores de China, tiene suficiente comida, pero un vicealcalde, Chen Tong, reconoció el jueves que llevar los alimentos a los hogares es un desafío.