Las autoridades creen que el incendio comenzó dentro del Seiden, alrededor de las 2:30 de la madrugada, cuando no había nadie cerca.
Las ruinas quemadas del castillo de Shuri en Okinawa fueron inspeccionadas por bomberos y policías a fin de determinar la causa del incendio que prácticamente destruyó este patrimonio cultural e histórico de la isla de Japón.
El incendio del jueves redujo a cenizas las tres salas principales del castillo y cuatro estructuras cercanas en Naha, capital de la prefectura de Okinawa. Los bomberos tardaron 11 horas en extinguir el fuego.
Más de 130 investigadores inspeccionaban el sitio el viernes. Las autoridades creen que el incendio comenzó dentro del Seiden, la pieza central del castillo, alrededor de las 2:30 de la madrugada, cuando no había nadie cerca.
La hora y el diseño del castillo, con una espaciosa sala principal hecha de madera y que está conectada a otros edificios por pasillos, podrían haber hecho que el fuego se propagara rápidamente.
El castillo es Patrimonio Mundial de la UNESCO. Data de la era del reino Ryukyu de 1429-1879 y fue restaurado en 1992 después de ser incendiado durante la Segunda Guerra Mundial.
Muchos residentes de la isla expresaron una profunda tristeza y devastación por la pérdida casi completa del castillo Shuri, que es un símbolo de sus raíces culturales así como de la historia de su lucha desde que se anexaron a Japón en 1879.
El gobernador de Okinawa Denny Tamaki dijo estar descorazonado, pero expresó su determinación para reconstruir el castillo. Tamaki, que tuvo que regresar antes de lo previsto de un viaje a Corea del Sur y llegó a Naha el jueves, se encontraba el viernes en Tokio para reunirse con altos funcionarios del gobierno central en busca de apoyo.
El secretario jefe de gabinete Yoshihide Suga expresó su solidaridad con los residentes de Okinawa y añadió que el gobierno de la nación está dispuesto a hacer todo lo que pueda para ayudar con la reconstrucción del castillo.
Los investigadores se enfocaban en las ruinas del Seiden. Una grabación de la televisora NHK, tomada desde un helicóptero, mostró decenas de agentes uniformados que portaban cascos blancos y escarbaban entre los escombros carbonizados, colocando algunas piezas en baldes para una revisión futura.