La segunda mayor economía del mundo empezó su última ronda de conversaciones comerciales esta semana.

Estados Unidos debería respetar el derecho de China a desarrollarse y convertirse en un país próspero, dijo un alto cargo del Gobierno chino a una delegación de EEUU que estaba de visita, reiterando que las puertas del país al exterior se abrirían aún más al exterior.

La segunda mayor economía del mundo empezó su última ronda de conversaciones comerciales esta semana para resolver una agria disputa en la que ambas partes han aumentado los aranceles para las importaciones del otro.

EEUU ha acusado a China de llevar a cabo prácticas comerciales injustas, incluyendo transferencias tecnológicas forzosas, cargos que esta ya ha negado.

El respeto y la cooperación son el camino para ambos países, algo que la comunidad internacional espera ver, dijo el martes el canciller estatal Wang Yi a la delegación de líderes empresariales estadounidenses y exautoridades en Beijing.

“Al igual que EEUU, China también tiene el derecho al desarrollo, y el pueblo chino también tiene derecho a tener una buena vida”, declaró el ministro de Asuntos Exteriores de China parafraseando a Wang en un comunicado emitido el miércoles.

“EEUU debería reconocer que el desarrollo de China es uno de los intereses a nivel mundial, también para Estados Unidos. Si se viera el desarrollo de China como una oportunidad para EEUU se podría ayudar a resolver ciertos problemas, incluyendo los económicos y comerciales”, dijo Wang.

El presidente Donald Trump dijo el martes que las conversaciones con China estaban yendo bien y sugirió que estaba dispuesto a retrasar la fecha límite del 1 de marzo como día para terminar las negociaciones, afirmando que no era una fecha “mágica”.