La región que recibirá el golpe más fuerte de Ida incluye instalaciones petroquímicas y puertos, que podrían sufrir daños significativos.
El huracán Ida impactó el domingo la costa de Luisiana como una de las tormentas más poderosas de la historia en tocar tierra en Estados Unidos, dejando sin luz a toda la ciudad de Nueva Orleans, arrancando los techos e invirtiendo el flujo del río Mississippi mientras avanzaba por la costa de Luisiana hacia uno de los corredores industriales más importantes de la nación.
Por lo menos una muerte fue atribuida al huracán. El Departamento de Policía del condado de Ascension informó en su cuenta de Facebook que los agentes respondieron a un reporte de un herido por un árbol caído en una vivienda de Prairieville. La persona, cuya identidad no fue proporcionada, fue declarada muerta. Prairieville es un suburbio de Baton Rouge, capital de Luisiana.
El apagón en Nueva Orleans dejó al descubierto la vulnerabilidad de la ciudad ante las inundaciones y dejó a cientos de miles de personas sin aire acondicionado o refrigeración bajo el intenso calor del verano.
La tormenta de categoría 4 azotó el mismo día en que el huracán Katrina devastó Luisiana y Mississippi hace 16 años, llegando a tierra unos 72 kilómetros (45 millas) al oeste del punto en que ingresó Katrina como un meteoro de categoría 3. Los vientos de 230 kilómetros por hora (150 millas por hora) de Ida la convirtieron en el quinto huracán más potente en azotar el territorio continental de Estados Unidos. Horas más tarde, se degradó a categoría 2 y tenía vientos máximos sostenidos de 165 km/h (105 mph) mientras se arrastraba tierra adentro. Su ojo se ubica a 65 kilómetros (40 millas) al oeste-noroeste de Nueva Orleans.
La crecida de las aguas oceánicas rebasó las barreras en Grand Isle al momento en que el meteoro entraba a tierra a poca distancia al oeste de Port Fourchon. Ida tocó tierra por segunda ocasión unas dos horas después cerca de Galliano. El huracán avanzaba por los pantanales del extremo sur de Luisiana, antes de continuar su trayecto hacia Nueva Orleans y Baton Rouge, una zona que alberga a más de 2 millones de personas.
“No es la tormenta que recibimos generalmente. Esta es mucho más fuerte que las que vemos usualmente y, sinceramente, si uno tuviera que dibujar la peor trayectoria posible de un huracán en Luisiana, sería muy similar a lo que estamos viendo”, dijo el gobernador John Bel Edwards a The Associated Press.
Los habitantes de Luisiana despertaron en medio de una tormenta monumental después de que los vientos de Ida aumentaron su velocidad 72 km/h (45 mph) en cuestión de cinco horas a medida que el huracán avanzaba sobre algunas de las aguas oceánicas más cálidas del mundo en el norte del Golfo de México.
Toda la ciudad de Nueva Orleans estaba sin luz la noche del domingo, según autoridades de la ciudad. El proveedor de energía eléctrica de la ciudad, Entergy confirmó que el único suministro eléctrico de la ciudad proviene de los generadores, señaló la Oficina de Seguridad y Preparativo de Emergencias de la ciudad a través de Twitter. El mensaje incluía una captura de pantalla en la que se hacía referencia a “daño de transmisión catastrófico”.
La ciudad depende de Entergy para electricidad de respaldo para las bombas que se utilizan para drenar el agua de las calles. Se prevé que las precipitaciones de Ida pongan a prueba el sistema de drenaje de la ciudad.
Más de 1 millón de clientes estaban sin luz en dos estados impactados por Ida — más de 930.000 en Luisiana y 28.000 en Mississippi, según PowerOutage.US, un sitio web que lleva registro de los apagones en todo Estados Unidos.
En Nueva Orleans, el viento arrancó toldos y estremeció edificios mientras el agua se desbordaba del lago Ponchartrain. La oficina de la Guardia Costera en Nueva Orleans ha recibido más de una decena de reportes de desbordes, dijo el contralmirante Gabriel Wisdo. En Lafitte, unos 55 kilómetros (35 millas) al sur de Nueva Orleans, un dique suelto impactó contra un puente, según funcionarios de la municipalidad de Jefferson.
El portavoz del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, Ricky Boyette, dijo que sus elementos detectaron un “flujo negativo” en el río Mississippi como resultado de la marejada ciclónica. Y Edwards dijo que vio una transmisión en vivo del momento en que la tormenta tocaba tierra en Port Fourchon, donde dejó varias estructuras sin techo.
“La marejada ciclónica es tremenda”, dijo Edwards a la AP.
El rápido fortalecimiento de Ida, que en tres días se convirtió de tormenta en huracán de categoría tres, no dejó tiempo para organizar una evacuación obligatoria de los 390.000 residentes de la ciudad. La alcaldesa LaToya Cantrell llamó a los habitantes que se quedaron a prepararse para apagones prolongados.
La región que recibirá el golpe más fuerte de Ida incluye instalaciones petroquímicas y puertos, que podrían sufrir daños significativos. También amenaza a una región que aún enfrenta un repunte de COVID-19 debido a las bajas tasas de vacunación y a la variante delta, altamente contagiosa.
Los hospitales de Nueva Orleans tenían tenían previsto capear la tormenta casi a plena capacidad, ya que hospitales de otros lugares, sujetos a una presión similar de la pandemia del coronavirus, tenían poco espacio para pacientes evacuados. Y los refugios para personas que huían de sus hogares planteaban un riesgo adicional de convertirse en focos de infección.
Los meteorólogos advirtieron de vientos superiores a los 185 km/h (115 mph) en Houma, una ciudad de 33.000 habitantes y fundamental para las plataformas petroleras en el Golfo de México.
Gulfport, Mississippi, al este de Nueva Orleans, registró una crecida de aguas oceánicas y fuertes vientos. En la ciudad se ven con frecuencia los lotes vacíos en los que solía haber residencias que fueron arrasadas por Katrina, y Claudette Jones evacuó su casa mientras el oleaje comenzaba a aumentar.
“Rezo por poder volver a la normalidad que tenía”, dijo. “Pero, a estas alturas, no estoy segura”.