Bolivia también expulso y ha declarado este lunes personas no gratas a los diplomáticos españoles Cristina Borreguero y Álvaro Fernández.
El Gobierno interino de Bolivia, que se hizo con el poder tras la dimisión del presidente Evo Morales, ha dado un nuevo peldaño en la crisis con España y México y ha declarado este lunes personas no gratas a los diplomáticos españoles Cristina Borreguero y Álvaro Fernández, y a la embajadora de mexicana en La Paz, María Teresa Mercado, y a cuatro policías españolas, a los que ha dado 72 horas para abandonar el país.
«Este grupo de representantes de los gobiernos de México y España ha lesionado gravemente la soberanía del pueblo y del Gobiberno constitucional de Bolivia«, aseguró la presidenta Jeanine Añez, en una comparecencia en Palacio de Gobierno de La Paz. «El Gobierno constitucional que presido ha decidido declarar persona non grata a la embajadora de México en Bolivia, María Teresa Mercado, a la encargada de negocios de España en Bolivia, Cristina Borreguero, al cónsul de España en Bolivia, Alvaro Fernández, y al grupo de los presuntamente diplomáticos encapuchados y armados», subarayó.
#30Dic #Bolivia El gobierno de transición de Bolivia declara personas no gratas a embajadores de México y España. – @VOANoticias pic.twitter.com/adGgZOrbza
— Reporte Ya (@ReporteYa) December 30, 2019
«La conducta hostil [de estos funcionarios] intentando ingresar de forma subrepticia y clandestina a la residencia de México en Bolivia desafiando a los oficiales policiales bolivianos y los propios ciudadanos son hechos que no podemos dejar pasar», concluyó.
Añez aludió al incidente que se produjo el pasado viernes a la entrada de la Embajada de México en La Paz, a donde la encargada de Negocios y el cónsul español acudieron, escolatados por cuatro miembros del Grupo de Operaciones Especiales (GEO) del Cuerpo Nacional de Policía a invitación de la embajadora mexicana. Cuando los agentes españoles se disponían a recoger a los dos funcionarios de Exteriores, los policías bolivianos que mantienen rodeada la Embajada mexicana les impidieron el paso y grupo de civiles comenzó a increparlos y a golpear y zarandear sus vehículos, con matrícula diplomática. Al ver que los grababan y fotografiaban, los geo se cubrieron el rostro para evitar ser identificados.
Las autoridades bolivianas dieron pábula a la teoría de que la presencia de los policías españoles respondía al objetivo de sacar clandestinamente de la legación diplomática mexicana a la decena de exaltos cargos del Gobierno de Evo Morales que se encuentran allí refugiados y, en especial, a los exministros de Presidencia y Cultura, Juan Ramón Quintana y Wilma Alacona, contra quienes se han dictado órdenes de busca y captura.
La canciller boliviana, Karen Longaric, envió una carta a su homóloga española, Margarita Robles, een el que protestaba «enérgicamente por el atropello realizado por funcionarios de su misión diplomática a la soberanía y dignidad del pueblo bolviano»; mientras que el ministro de Presidencia, Yerko Núñez, denunció «la existencia de un plan internacional para desestabilizar» a su Gobierno.