A veces una masa de aire ártico se desprende del vórtice polar que habitualmente rodea al Polo Norte, provocando una ola polar.

La ola de frío extremo que congela en estas horas al medio oeste de Estados Unidos con temperaturas más frías que en la Antártida y decenas de grados bajo cero, no solo puso la vida cotidiana en el freezer, también dejó el trágico saldo de 10 muertos.

Las temperaturas cayeron a -30° en Chicago y a -37° en Dakota del Norte, en una ola de frío extremo que afecta en total a 250 millones de personas, entre ellas 170 millones, viviendo con 17 grados bajo cero o menos.

Los medios locales confirmaron ocho muertes atribuibles al temporal en Illinois, Wisconsin, Iowa y Nebraska.

La última víctima habría sido un estudiante de la Universidad de Iowa. La Policía de Wyomissing, en Pensilvania, informó que al menos 24 personas resultaron heridas, dos de ellas de gravedad, por una choque múltiple de vehículos.

El vórtice polar es un ciclón persistente (siempre existe).

Se debilita en el verano y se intensifica en el invierno.

«Es una masa de aire muy frío que se encuentra normalmente a la derecha del Polo Norte y tiende a permanecer restringida en ese área por efecto de la corriente en chorro«, -un factor termodinámico que regula la circulación del aire en la atmósfera-, explica Ben Kirtman, profesor de ciencias atmosféricas de la escuela Rosenstiel de Ciencias Marinas y Atmosféricas de la Universidad de Miami.

Normalmente, la corriente en chorro mantiene su aire frío en el Ártico, pero cuando dicha corriente se agita o se debilita, el frío puede expandirse.

A veces una masa de aire ártico se desprende del vórtice polar que habitualmente rodea al Polo Norte, provocando una ola polar «y eso es lo que está pasando ahora mismo.

Y si se trata de una muy grande, se puede originar una gran masa amorfa de aire frío que penetre muy hacia el sur», indicó Kirtman.

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