Aun sin asumir la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump sigue amenazando a los países aliados de esta nación. Primero fue México y Canadá, después Panamá y, ahora, fue el turno a Dinamarca, al poner su mirada en Groenlandia.

El presidente electo está retomando los intentos fallidos de su primer mandato para que Estados Unidos adquiera Groenlandia de Dinamarca, añadiendo a la lista de países aliados con los que está generando tensiones incluso antes de asumir el cargo el 20 de enero.

En un anuncio del domingo, en el que nombró a su embajador en Dinamarca, Trump escribió: “Por motivos de Seguridad Nacional y Libertad en todo el Mundo, Estados Unidos considera que la propiedad y el control de Groenlandia son una necesidad absoluta”.

Que Trump vuelva a tener intenciones sobre Groenlandia viene después de que el presidente electo sugirió el fin de semana que Estados Unidos podría retomar el control del Canal de Panamá si no se hace algo para aliviar los crecientes costos de envío requeridos para usar la vía fluvial que conecta los océanos Atlántico y Pacífico.

También ha sugerido que Canadá se convierta en el estado número 51 de Estados Unidos y se refirió al primer ministro canadiense Justin Trudeau como “gobernador” del “Gran Estado de Canadá”.

Stephen Farnsworth, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Mary Washington en Fredericksburg, Virginia, dijo que con Trump provocando a países amigos recuerda a un estilo agresivo que utilizó durante sus días como empresario.

“Pides algo ilógico y es más probable que puedas obtener algo menos ilógico”, dijo Farnsworth, quien también es autor del libro “Comunicación Presidencial y Carácter”.

Groenlandia, la isla más grande del mundo, se encuentra entre el Atlántico y Ártico. Está cubierta en un 80% por una capa de hielo y alberga una gran base militar estadounidense. Obtuvo la autonomía de Dinamarca en 1979 y su jefe de gobierno, Múte Bourup Egede, sugirió que los últimos llamados de Trump para el control estadounidense serían tan insignificantes como los hechos en su primer mandato.

Trump canceló una visita en 2019 a Dinamarca después de que Copenhague rechazó su oferta para comprar Groenlandia.

También sugirió el domingo que Estados Unidos está siendo “estafado” en el Canal de Panamá.

Si no se siguen los principios, tanto morales como legales, de este gesto magnánimo, entonces exigiremos que el Canal de Panamá sea devuelto a Estados Unidos de América, en su totalidad, rápidamente y sin preguntas”, dijo.

El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, respondió en un video que cada metro cuadrado del canal pertenece a Panamá y así seguirá, pero Trump replicó en su sitio de redes sociales, “¡Ya veremos!”.

El presidente electo también publicó una imagen de una bandera estadounidense plantada en la zona del canal bajo la frase, “¡Bienvenidos al Canal de Estados Unidos!”.

Estados Unidos construyó el canal a principios de 1900, pero cedió el control a Panamá el 31 de diciembre de 1999, bajo un tratado firmado en 1977 por el presidente Jimmy Carter.