La noticia sorprendió a Johnson en Nueva York, durante la cumbre de Nacional Unidas sobre el cambio climático.
El Tribunal Supremo ha dictaminado que la suspensión del Parlamento británico es «ilegal» y que Boris Johnson abusó de sus poderes al ordenar la «prórroga» de las sesiones de Westminster durante cinco semanas. Pese al revés judicial, el «premier» ha indicado que no descarta volver a cancelar el Parlamento hasta el tradicional discurso de la Reina, previsto para el 14 de octubre.
La jueza Brenda Hale leyó el dictamen, alcanzado por unanimidad de los 11 magistrados del Supremo, estipulando que la decisión del primer ministro de aconsejar a la Reina la suspensión del Parlamento fue «ilegal» y asegurando que ha tenido «un efecto extremo sobre los fundamentos de la democracia». La jueza Hale advirtió que las sesiones en Westmister deberán reanudarse «lo antes posible.
La noticia sorprendió a Johnson en Nueva York, durante la cumbre de Nacional Unidas sobre el cambio climático.
El presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, que ya había anunciado de antemano su intención de volver a convocar las sesiones del Parlamento si el alto tribunal fallaba contra el Gobierno, convocó urgentemente a los líderes de los partidos y anunció que Westminster reabrirá puertas «sin retraso». Bercow expresó su satisfacción por la decisión del Supremo, considerando como «ilegal» el cierre de Westminster, y defendió «del derecho y el deber» del Parlamento que mantener el control sobre el Ejecutivo y el Primer Ministro.
El dictamen de los once jueces del Supremo amenaza con desencadenar una crisis constitucional sin precedentes entre el Gobierno y el Parlamento, y pone además en tela de juicio el papel del propio Johnson al pedir la autorización expresa de la reina Isabel II para la suspensión temporal de Westminster.
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