La hipótesis actual, subraya Vicepresidencia, «es que, tras robar el material sanitario, éste fue vendido a una empresa afincada en Portugal».
La Policía autonómica gallega ha detenido a un empresario de Santiago de Compostela por robar hasta dos millones de mascarillas y otro material sanitario. La mercancía, valorada en cinco millones de euros, debía encontrarse en una nave industrial de una compañía de Santiago de Compostela que atravesaba un concurso de acreedores. Pero cuando las autoridades sanitarias fueron a buscarla, no quedaba ni rastro de los utensilios más demandados para proteger a los sanitarios frente al coronavirus.
Según informó esta mañana Vicepresidencia de la Xunta, el operativo comenzó tras recibir el aviso de que en la nave podría haber una «gran cantidad de mascarillas del modelo FFP2, guantes quirúrgicos, pantalones, uniformes sanitarios, botiquines y alcohol». Ante este aviso, los agentes solicitaron la autorización del administrador concursal y accedieron al interior de la nave, donde comprobaron que la mercancía había sido sustraída. Las mascarillas fueron robadas casi en toda su totalidad, puntualizó Vicepresidencia, ya que quedaron unas mil unidades. Todo el material sustraído, para el que se estima un valor aproximado de unos cinco millones de euros, fue extraído de sus cajas y plásticos protectores con el «objetivo de ocultar su procedencia».
«Todo parece indicar que el robo se produjo cuando la pandemia del coronavirus ya estaba presente en varios países y era considerado un problema de salud pública», indica Vicepresidencia, quien asegura que los autores «eran plenamente conscientes de que éste era un material muy necesario en la lucha contra la enfermedad y que ya empezaba a escasear en el marcado». Fuentes de la investigación precisaron a ABC que la sustracción se pudo producir en el mes de febrero. Los autores del hurto se llevaron el material más solicitado para intentar frenar el avance del coronavirus, pero dejaron en la nave otros productos que no tienen tanta demanda, como botas o botiquines.
Según indicaron a ABC fuentes policiales, los ladrones permanecieron en el interior de la nave «unas cuarenta horas», y para facilitar el transporte del material robado se valieron «de un trailer con matrícula portuguesa». Además, no dudaron en «pedir prestado en una nave próxima un toro mecánico para mover los palés» con las mascarillas robadas. No solo están captados por las cámaras de seguridad, sino que tanto el relato de testigos como pruebas halladas por los investigadores en el interior de la nave sitúan el momento y la duración del robo.
A partir de ese momento, relata Vicepresidencia, comenzó la investigación a través del examen de indicios, la comprobación de las imágenes de cámaras de seguridad y la declaración de testigos. Los investigadores contactaron con antiguos empleados de la empresa, el dueño de la misma y llegaron hasta un invididuo que ofrecía mascarillas. «Toda la investigación apuntó a un empresario de la ciudad» que había sido visto alrededor de la nave y que, recientemente, mantuviera supuestamente una reunión con ciudadanos portugueses que, con posterioridad, accedieron al interior de esta empresa, han indicado. La hipótesis actual, subraya Vicepresidencia, «es que, tras robar el material sanitario, éste fue vendido a una empresa afincada en Portugal». El empresario detenido, propietario de una agencia inmobiliaria en Compostela, fue detenido el sábado, ya prestó declaración y se encuentra a disposición judicial. Se le acusa de un delito de robo con fuerza, según indicaron desde el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.
En la actualidad prosiguen las pesquisas para localizar al resto de autores y las personas que recibieron el material en Portugal, por lo que se ha solicitado la colaboración de las fuerzas y cuerpos de seguridad del país vecino, destaca Vicepresidencia. Eso sí, dado que las mascarillas se han extraído de las cajas que permitían su trazabilidad, los investigadores dan por imposible su recuperación. «Con estas mascarillas podríamos haber garantizado su suministro a todos los sanitarios y las residencias de mayores de Galicia», explicaron a ABC fuentes de la investigación.