Aunque las muertes en accidentes viales causados por consumo de alcohol o drogas han disminuido durante las últimas tres décadas, aún cobran más de 10 mil  vidas al año.

Cerca de 30 mil agentes policiales estarán desplegados en las calles de Estados Unidos durante las próximas dos semanas con la intención de detectar a conductores bajo la influencia del alcohol o drogas, una campaña anual que este año implica un riesgo potencial de deportación para inmigrantes no autorizados.

La Administración Nacional para la Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA por sus siglas en inglés) anunció el miércoles el lanzamiento de una campaña de mayor presencia policial hasta el lunes 9 de septiembre –cuando los estadounidenses celebran el Día del Trabajo— porque es uno de los periodos del año con más muertes por accidentes viales.

Dispositivos similares se han activado en años recientes, pero la mayor presencia policial este año puede incrementar el miedo a la deportación entre inmigrantes no autorizados debido a las estrictas políticas adoptadas por el gobierno de Donald Trump.

Desde su llegada a la Casa Blanca, Trump ha buscado incrementar las deportaciones, limitar el acceso de solicitantes de asilo a la justicia estadounidense y acabar con alivios migratorios temporales para ciudadanos de países azotados por desastres naturales o guerras.

Además, la comunidad latina en Estados Unidos se siente vulnerable después de que un hombre asesinara a 22 personas en El Paso tras decir que buscaba agredir específicamente a mexicanos.

Organizaciones que participarán en la campaña “Si te sientes diferente, manejas diferente. Maneja Drogado y te darán un DUI” expresaron opiniones encontradas sobre la posibilidad de que inmigrantes no autorizados terminen siendo deportados. DUI representa las siglas en inglés de “driving under the influence”, o manejar bajo la influencia de drogas o alcohol, lo cual se considera un delito que conlleva penas severas que varían en cada estado.

Domingo Herraiz, director de programas de la Asociación Internacional de Jefes de Policía, aseguró que la comunidad migrante no debe temer en caso de ser detenida por la policía local. Revisar su estatus migratorio, afirmó, “no es el trabajo de las policías locales. Es el trabajo del Departamento (federal) de Seguridad Nacional”.

Sin embargo, Darrin Grondel, jefe de la Asociación de Gobernadores para la Seguridad en Autopistas, dijo que las deportaciones son posibles porque “va a depender de las autoridades locales. Hay enfoques muy diferentes en cada jurisdicción para esto”.

Cody Wofsy, un abogado de la Unión Estadounidense para las Libertades Civiles, dijo que “las policías locales no deberían actuar como una fuerza migratoria federal, pero los no ciudadanos en este país durante esta campaña, y en general, deben conocer sus derechos y ejercerlos cuando sea necesario”.

El operativo, que empieza el viernes, incluye una campaña mediática por 13 millones de dólares en televisión, radio, internet y cine que reforzará el mensaje de que no sólo el alcohol imposibilita el ponerse al volante, sino también la marihuana y medicamentos recetados por un doctor.

“Casi todo el mundo sabe que manejar en ebriedad es peligroso, pone vidas en riesgo, y tú recibes castigo, pero no existe la misma conciencia sobre los efectos de las drogas para conducir”, dijo la subdirectora de NHTSA Heidi King.

Aunque las muertes en accidentes viales causados por consumo de alcohol o drogas han disminuido durante las últimas tres décadas, aún cobran más de 10 mil  vidas al año.

Si bien la prevención de accidentes viales por consumo de alcohol o drogas es importante para todas las comunidades, tal vez sea de gran importancia para los latinos. Un 20 por ciento de los niños latinos menores de 14 años fallecidos en accidentes viales murieron en siniestros relacionados al consumo de alcohol.

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