La opción optimista supone que la comunidad internacional superará la situación actual gracias a un exitoso plan de reconstrucción.
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, describió en un artículo para el diario sueco Aftonbladet dos posibles escenarios que le esperan al mundo en relación con la crisis del coronavirus.
En su opinión, «la pandemia ha incrementado las desigualdades tanto dentro como entre los países y las comunidades». Asimismo, señala que «los defectos y los puntos débiles globales han quedado más expuestos –no solo ante la amenaza sanitaria–, también nuestra respuesta incierta a la crisis climática, los problemas del ciberespacio y los riesgos de la proliferación de las armas nucleares».
«Esta situación es agravada por muchas otras crisis humanitarias», subrayó s. Y mencionó como ejemplo la intensificación de diversos conflictos, cantidades sin precedentes de personas desplazadas, plagas de langostas, sequías y la tensión geopolítica en aumento.
Dos escenarios
Ante esta realidad, el líder de la ONU admite dos posibles pronósticos: la opción optimista supone que la comunidad internacional superará la situación actual gracias a un exitoso plan de reconstrucción.
«Los países en desarrollo recibirían suficiente apoyo y sus características demográficas, es decir, su población joven, contribuirá a tales efectos», escribió Guterres, expresando, además, la esperanza de que dentro de aproximadamente nueve meses exista una vacuna general contra el covid-19 «disponible para todos».
«Si eso sucede y la economía gradualmente se recupera, podremos avanzar hacia una forma de la normalidad dentro de dos o tres años», aseguró.
Ola de contagios y años de depresión
Sin embargo, advirtió que existe un escenario pesimista en el que los países no coordinan sus acciones. Esta posibilidad significaría la llegada de nuevas olas de contagios y aplazamiento del desarrollo de la vacuna, la cual estaría disponible primero para los países más poderosos.
En ese caso «también podremos ver un aumento de fragmentación, populismo y xenofobia».
«El resultado podría ser una depresión global que podría durar al menos cinco o siete años antes de que emerja una nueva normalidad, cuya naturaleza es imposible de predecir», concluyó.