Cubrir en tiempos de guerra. El avivado conflicto entre la milicia palestina Hamás e Israel no solo ha significado una crisis humanitaria con miles de muertos, heridos y desplazados. También es un entorno peligroso para periodistas, quienes buscan narrar las historias de aquellos que están atrapados en medio de la violencia.
El bombardeo del 13 de octubre en el sur del Líbano mató a Issam Abdallah, videógrafo de la agencia Reuters e hirió, al menos, a otros cuatro periodistas, incluidos Thaer Al-Sudani y Maher Nazeh, de Reuters, y dos periodistas de ‘Al Jazeera’, Elie Brakhya y la reportera Carmen Joukhadar.
Sobre el ataque en el que murió Issam, el embajador de Israel ante las Naciones Unidas, Gilad Erdan, dijo que “siempre tratamos de mitigar y evitar las bajas civiles. Obviamente, nunca querríamos odiar, matar o disparar a ningún periodista que esté haciendo su trabajo. Pero, ya sabes, estamos en un estado de guerra. Pueden suceder cosas”.
Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, afirmó que el deceso del reportero en el sur libanés da muestra del peligro de que la escalada entre Hamás e Israel se intensifique y trascienda las fronteras para tener una afectación regional.
Con una abrumadora ofensiva terrestre, devastadores ataques aéreos y bloqueos generalizados; es decir, “el asedio total” que prometió Israel, los periodistas que cubren el conflicto, en frontera de Gaza como en la de Líbano, enfrentan riesgos particularmente altos para realizar su trabajo.
En el sur, Israel responde al ataque de Hamás del pasado 7 de octubre. A partir del ataque, en el norte, se reactivaron los ataques entre el grupo chií libanés, Hezbolá, y el Estado judío.
Sherif Mansour, coordinador del Comité de Protección de Periodistas (CPJ) para el Norte de África y Medio Oriente, llamó a las partes a reconocer que también son civiles y deben tomar medidas para garantizar su seguridad.
Los ataques también han sido en contra de edificaciones que eran la base de varios medios de comunicación. La organización Reporteros Sin Fronteras informó que la sede del diario local independiente ‘Al–Ayyam‘, situada en la Torre Palestina de Gaza, quedó completamente destruida tras un ataque israelí que tuvo como objetivo el edificio el 7 de octubre.
La oficina de la agencia de noticias palestina ‘Ma’an’, fundada en 2005 en Belén, situada en la torre Watan, también resultó dañada.
“Los periodistas no son el objetivo
Según el ‘CPJ’, en los primeros siete días del conflicto, se ha confirmado la muerte de 11 periodistas: nueve palestinos; un israelí -y la desaparición de otro-; y el asesinato de Issam Abdallah.
“Los periodistas están haciendo grandes sacrificios en toda la región al cubrir este importante conflicto”, agregó Mansour, al resaltar que «los periodistas no son el objetivo» y exigir a las partes “poner fin a este elevado y letal número de víctimas”.
Los medios también reportan que el corte de suministros a Gaza dificulta las labores de los periodistas, que cuentan con pocas horas de energía eléctrica. La afectación a las telecomunicaciones, así como la suspensión de todos los servicios de Internet agudizan la situación.
El medio ‘Middle East Eye‘ informó este viernes que perdió contacto con dos de sus reporteros basados en Gaza, donde no hay electricidad ni combustible disponibles.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) informó también de que al menos 12 trabajadores humanitarios han muerto en Gaza por los bombardeos y la destrucción incluye instalaciones de la ONU. Entre ellos, cinco profesores, una ginecóloga, un ingeniero, un consejero psicológico y tres miembros del personal de apoyo. A esta cifra se suman otros 11 trabajadores sanitarios fallecidos.
Sigue la información de última hora en: URBANO Noticias Puebla y Tlaxcala.
Foto: REUTERS – Arafat Barbakh
Vía: France 24