Ambas partes iniciarán nuevas negociaciones comerciales para abordar temas como transferencias de tecnología, propiedad intelectual, barreras no arancelarias, robos cibernéticos y agricultura.

China y Estados Unidos acordaron suspender la aplicación de nuevos aranceles, con lo que pusieron freno a la escalada de una guerra comercial y se abrieron a sostener conversaciones en los próximos 90 días que apunten al logro de consensos.

La Casa Blanca informó el sábado en la noche que el presidente Donald Trump se comprometió con su par chino, Xi Jinping, durante una reunión tras el cierre de la cumbre G-20 en Argentina, a echar para atrás un aumento anunciado al 25 por ciento desde el 1 de enero de los aranceles a bienes importados de China valorados en 200.000 millones de dólares.

Pekín, por su parte, acordó comprar una cantidad no especificada pero “muy importante” de productos agrícolas, energéticos, industriales y otros, añadió la Casa Blanca en un comunicado.

Ambas partes iniciarán nuevas negociaciones comerciales para abordar temas como transferencias de tecnología, propiedad intelectual, barreras no arancelarias, robos cibernéticos y agricultura, señaló. Si no se alcanza un acuerdo dentro de 90 días, ambas partes acordaron que los aranceles ya vigentes del 10 por ciento sí serían aumentados al 25 por ciento, dijo la Casa Blanca.

Las tarifas que Trump impuso en septiembre llevaron a medidas similares de represalia de China. El domingo, la prensa estatal china alabó el “importante consenso” alcanzado por ambos líderes, pero no mencionó el plazo de 90 días. El presidente de Estados Unidos también ha amenazado con imponer aranceles a otros bienes importados chinos valorados en 267.000 millones de dólares.

La relación entre las dos potencias mundiales parecía empeorar en las semanas anteriores a la reunión en Buenos Aires. “Creo que esto no es un gran avance, es más bien evitar un colapso. No es el peor resultado, pero el trabajo duro está por venir”, consideró Paul Haenle, director del Centro Carnegie-Tsinghua en Pekín. “Los chinos tienen que tomar (las conversaciones) con un sentido de urgencia”.

Como parte del acuerdo, China planteó comenzar a comprar productos agrícolas a productores estadounidenses de inmediato, dijo la Casa Blanca. En declaraciones a periodistas a bordo del Air Force One en su regreso a casa, Trump elogió su acuerdo con Xi.

“Es una oferta increíble”, dijo Trump. “Lo que yo he estado haciendo es poner un freno a los aranceles. China se abrirá. China se librará de las tarifas”. En el marco del acuerdo, añadió que China compraría “una gran cantidad de productos agrícolas y de otro tipo” a Estados Unidos. “Tendrá un impacto increíblemente positivo en la agricultura”, agregó.

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