China anunció este viernes que impondrá aranceles del 34% a todas las importaciones procedentes de Estados Unidos a partir del 10 de abril, cumpliendo así su promesa de contraatacar tras la escalada de la guerra comercial global del presidente Donald Trump.
El mandatario Trump anunció este miércoles aranceles adicionales del 34% a todos los productos chinos importados a Estados Unidos, una medida que podría provocar un importante cambio de las relaciones y agravar la tensión comercial entre las dos economías más grandes del mundo.
“Esta práctica de Estados Unidos no se ajusta a las normas comerciales internacionales, socava gravemente los derechos e intereses legítimos de China y constituye una práctica típica de intimidación unilateral”, declaró la Comisión Arancelaria del Consejo de Estado de China en un comunicado anunciando la imposición de aranceles de represalia.
Desde su regreso al poder en enero, Trump ya había impuesto dos tramos de aranceles adicionales del 10% a todas las importaciones chinas, lo cual, según la Casa Blanca, era necesario para frenar el flujo de fentanilo ilícito desde el país hacia Estados Unidos. Esto significa que los productos chinos que llegan a Estados Unidos estarían sujetos a aranceles del 54%.
Este desequilibrio ha persistido durante al menos tres décadas. Estados Unidos tiene con China la relación comercial más desequilibrada desde 2000. Aunque China es uno de los principales destinos de las exportaciones estadounidenses, el volumen de exportaciones chinas a Estados Unidos superó al de las exportaciones estadounidenses a China en una proporción de tres a uno en 2024.
Las represalias de China contra la última ronda de aranceles estadounidenses son más amplias que sus anteriores acciones recíprocas. Beijing había respondido a esos gravámenes anteriores con rapidez, pero con moderación, a través de represalias contra ciertas importaciones estadounidenses, como productos agrícolas y combustibles, al tiempo que tomaba medidas contra varias empresas estadounidenses y reforzaba los controles a las exportaciones.
Los aranceles del 54% son superiores a lo que muchos analistas esperaban y podrían transformar radicalmente las relaciones, y aproximadamente medio billón de dólares en comercio, entre ambas economías tras décadas de interdependencia.
Como parte de las medidas de represalia anunciadas este viernes, cuando cientos de millones de personas en China celebraron un importante día festivo, el país también añadió a 11 empresas estadounidenses a su “lista de entidades no fiables”, incluyendo fabricantes de drones, e impuso controles de exportación a otras 16 compañías para prohibir la exportación de productos chinos de doble uso.
El Ministerio de Comercio anunció investigaciones antidumping sobre tubos de rayos X médicos de tomografía computarizada (TC) importados de Estados Unidos e India.
Además, Beijing también reveló controles de exportación a EE.UU. sobre siete tipos de minerales de tierras raras, como el samario, el gadolinio y el terbio.
Los desafíos son múltiples para las empresas con cadenas de suministro arraigadas en China, que ahora se encuentran en una situación difícil al enfrentarse no solo a los gravámenes estadounidenses inesperadamente altos sobre las importaciones chinas, sino también a los impuestos sobre las importaciones de otros países asiáticos debido a los amplios aranceles de Trump.
Los gravámenes también llegan en un momento difícil para la desaceleración de la economía china. En las últimas semanas, las autoridades del país han intensificado sus esfuerzos para estimular el débil consumo interno, preparándose para la creciente guerra comercial.
Los futuros de las acciones estadounidenses se desplomaron el viernes después de que China anunciara sus represalias.
Los futuros del Dow Jones cayeron 1.000 puntos, un 2,3%. El S&P 500, en general, se encaminaba a abrir con una baja del 2,4% y el Nasdaq Composite, con una fuerte presencia tecnológica, iba camino de comenzar la jornada con un descenso del 2,7%. Las acciones europeas y británicas perdieron más del 3% este viernes, en camino de registrar su peor rendimiento en años.
Los mercados han estado tensos durante días: el jueves, el Dow Jones cayó más de 1.600 puntos, casi un 4%. El S&P 500 bajó casi un 5% y el Nasdaq se desplomó casi un 6%. Cada uno de los principales índices estadounidenses registró su peor rendimiento en aproximadamente cinco años, desde la pandemia.
Con información de CNN
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